Derrotas que hacen más fáciles las decisiones en el Valencia: revolución absoluta, vacas sagradas fuera

El equipo hizo el ridículo en el Calderón, la foto está muy clara con todo, y toca ejecutar las decisiones que quedaron pendientes el verano pasado

Toni Hernández | 05 MAR. 2017 | 22:10

Este Valencia puede competir contra quien quiera cuando le de la gana, lo mismo que hacer el ridículo cuando se le antoja pasando del partido de una forma que logre avergonzar a una afición cansada de tanto capricho a la hora de jugar. Lo ocurrido en el Calderón duele porque la herida está abierta desde hace meses, muchos, pero positivizando el desastre (si, esto se puede hacer), porque cuando estas cosas ocurren, las campañas de proteccionismo, las peticiones de renovaciones o de pensarse el futuro de ciertos jugadores, pierde fuelle y se ven las carencias que no pueden tapar las victorias mínimas que se obtienen contra equipos de medio pelo, con todos los respetos, que ellos sí se dejan la piel cada semana con más o menos acierto.

Personalizar, ni me toca a mi, ni es una labor de nadie que no sea José Ramón Alesanco o Vicente Rodríguez, aunque está claro que los "padres de la patria", que hoy en día salen como las setas, no podrán resistir la tentación de hacerlo. Aunque será paradójico ver cómo son los mismos los que pedirán cabezas, algunas de ellas señaladas de forma explícita, son los que hasta ahora clamaban renovaciones y campañas de lavado de imagen a sus protegidos. Nada nuevo bajo el sol, que esto lleva pasando desde que el origen de los tiempos, aunque cuando te pintan la cara de ciertas formas, ya no hay forma de escurrir ningún bulto, por mucho que se intente... que se intentará, que nadie lo duda.