La realidad del Valencia de hoy, sin dramas: no bajar a Segunda

Lo dijo Garay después del partido, es una reflexión que se debe entender, y sobre todo, que no se tiene que criminalizar

Toni Hernández | 31 ENE. 2017 | 09:25

El objetivo del Valencia de Peter Lim, de Meriton, de Voro y de cientos de miles de valencianistas es, ni más ni menos, no bajar a Segunda División este año, trabajar desde ya en la próxima campaña, elegir un entrenador que dirija el proyecto, tener muy claras las bajas de la plantilla, y por supuesto, tenerlo más aún respecto a las altas, porque los desastres en la previsión ya han costado demasiado caro en todos los sentidos. Que dos victorias seguidas habían animado a todo el mundo está claro, y hacía falta, que la irrupción de Carlos Soler era la mejor noticia también, pero seamos serios: ni de repente vas a ganarle a todo el mundo porque sigues siendo lo que eres, ni a un chaval de 20 años le puedes pedir que todos los días de un nivel de crack mundial porque lo estaremos matando.

Esta semana he leído cosas bastante curiosas, incluso hasta números para ver cómo se llegaba a Europa, hasta cábalas para ver si se podía acceder con rebotes de la Copa del Rey. Absurdo, grotesco e inadecuado, porque cuanto más grande es la expectativa, pero puede ser el batacazo, y cuando pierdes la perspectiva de lo que realmente eres, todo eso es una mezcla explosiva. Queda mucho año para seguir sufriendo, y se va a hacer, porque aunque los 3 de abajo parecen firmes candidatos al descenso, habrá que sumar los puntos que necesites cuanto antes y certificar la permanencia. Si, la permanencia, no hagamos dramas, que es lo que tenemos. Lo de este año no tiene remedio, salvo este. Lo que no tendría perdón es volverlo a hacer la próxima campaña.