Regalo de Reyes 2: el Valencia está muerto o iros a pastar

"El Valencia está muerto", dicho así, con rotundidad, como si se estuviera en el entierro del club, como si estuvieran viendo el ataúd, y eso es ser un necio, además de un torpe y de un ignorante, y no sólo pasa con gente de fuera, sino con gente de aquí, porque el tremendismo que tenemos los valencianos, si, tremendismo y yo el primero, nos hace ser los más siempre para todo, lo bueno y lo malo. El Valencia no está muerto, y si me apura el personal, ni el proyecto de Peter Lim está muerto, aunque es obvio que está tocado y que necesita de reacciones bestiales ya. ¿Pero el Valencia muerto? La estupidez es de un grado que supera las muchas dichas los últimos años, y han sido innumerables y muy gordas. Con 3.000 personas a la puerta del estadio pidiendo cambios, ¿de verdad alguien normal puede decir eso?

Y vayamos al proyecto, porque está claro que las cosas peor no pueden ir (y quizá no debiera ni decir esto), y hay que verlas con la perspectiva del tiempo. Y sobre todo, que aquí nos empeñamos en ser cabezotas, esto es incomparable a lo que pasó, por ejemplo con Paco Roig. Es más, y ahí esta Julio Insa para certificarlo, después de aquel partido famoso contra el Salamanca y el gol de Pauleta, los que estábamos cerca de Paco le dijimos, "veta fuera, que pase todo, haz fichajes, y el equipo para arriba". Y pasó todo menos que se fuera. Pero no era dueño, era el presidente. Lim no es Paco, ni tampoco Juan Soler, que era más dueño. Lim es un empresario frio, como debe ser, que tiene un negocio, que le vendieron porque no había otra, y hará lo que él considere oportuno. Pero entendiendo una cosa, y es que sabe que se ha equivocado y mucho, que su inversión está en rojo, y que para venderlo, que caso de hacerlo será a quien le de la gana a él, es mala presentación. El Valencia muerto... iros a pastar.