Valencia de Prandelli: (des)vergüenza torera o FUORI

El amor propio es una máxima en el fútbol y en la vida, y no ser un sinvergüenza una obligación profesional que está por encima de todo

Toni Hernández | 10 DIC. 2016 | 18:07

El Valencia de Cesare Prandelli estaba en prevengan desde el viernes anterior al partido, porque el entrenador pudo decirlo más alto o en castellano, pero no más claro: “es la hora de quien no sienta esta camiseta se marche. Quien no quiera estar aquí, fuera”. El mensaje era directo, crudo y toda una declaración de intenciones, de resaltar a nivel público lo que el técnico lleva manejando de forma interna, porque hay cosas que no se pueden ocultar ni amagar, y llega un punto en que sólo se pueden solucionar aireándolas. Mil dudas y millones de ojos puestos en esos jugadores en Anoeta, y una vergüenza vestida de desvergüenza que hacía ganar a la Real Sociedad por 2-0. Eso no era lo importante, ya que lo que estaba pasando en el verde era mucho más grave. Fede fuera (ese chico que alguien me lo explique), Santi Mina dentro. Penalti, gol, 2-1.

Segunda parte de tensión, con un descanso marcado por la imagen de Fede en el banquillo, solo, sintiéndose señalado y no sin ciertos motivos por muchas cosas. Indolencia total, aunque quizá menos que en la primer parte, algo que tampoco es como para tirar cohetes. Penalti a favor de la Real por esa forma de defender infantil y absurda, y Alves logra que el equipo siga vivo parando un pena máxima otra vez. El fútbol regalando ocasiones de seguir vivo, vaya privilegio... Carlos Soler daba aire fresco y nuevo, y quién sabe si de futuro, pero Cancelo dejaba al equipo con 10, siendo desbordado una vez más y soltando un codo que no venía a cuento. Pero ni así, y el 3-1 de la Real era más que justo. El 3-2 para la estadística sin más. Cuando el Valencia ha merecido más en otros partidos no obtuvo nada. Cuando no mereció nada, como contra la Real, se llevó menos aún. Queda mucha Liga, pero se tiene más trabajo aún.