El Valencia no está peor que antes de jugar contra la Real, sino mejor: el enfermo sabe que lo está

El resultado justo Del Real Sociedad - Valencia no era 3-2 ni mirándolo con los mejores ojos, aunque al final, cierto grado de suerte y profesionalidad, válgame Dios que eso sea lo destacable, hizo que el tema se parara ahí, porque ese equipo de Eusebio ahora es un avión y el de Prandelli un triciclo con una rueda pinchada. Pero con todo lo que nos queramos fustigar hasta tener heridas abiertas y sangrantes, el equipo no está peor, incluso cayendo a puestos de descenso antes de Navidad, algo que era muy probable antes de jugar, y que ahora depende de que el Sporting de Gijón haga un punto en dos partidos. Es decir, por muy mal que se esté, no se está peor. Y es que el problema no es lo que hagan los demás, sino de lo que seas capaz el propio Valencia.

Quizá sea esta jornada, quizá la que viene que el equipo no jugará su partido ante el Madrid (sinceramente, no nos viene mal tal y como estamos), pero eso puede pasar, y quizá en ese momento los discursos se agudicen, sean más melodramáticos, nos regodeemos más en nuestras miserias. Pero es que eso no ayudará en nada, porque de aquí se sale con cabeza fría, con un plan, con jugadores comprometidos y con refuerzos. Ni más ni menos. Ah, y por mucho que duela, cabree y alguna cosa más: con Mestalla lleno cada partido de un público paciente y magnánimo que no quiera quemar ninguna falla en enero, pero con el compromiso de hacerlo si fuera necesario en mayo.