El fichaje de Yannick Ferreira Carrasco por el Valencia: como Cristiano, Pelé o Platini

Estas historias me cabrean, no me hacen ninguna gracia, y además tienen una doble moral muy sucia, aunque sirva para poder pasar un rato a algunos

Toni Hernández | 19 NOV. 2016 | 00:06

"Si vengo a Valencia con un niño brasileño de 16 años como estrella del equipo me matan", esta frase tiene casi 60 años, y la pronunció una leyenda valencianista desconocida para algunos (vergüenza nos debería dar a todos que s nombre no fuera sagrado), don Eduardo Cubells. El ex jugador, entrenador y entonces secretario técnico del club había estado en Brasil antes del Mundial de Suecia de 1958, y se había quedado prendado de un crío llamado Edson Arantes do Nascimento. Con los años, este muchacho sería más conocido como Pelé, y no vino al Valencia porque efectivamente, si don Eduardo lo trae a Mestalla, lo matan. Una de tantas historias de este tipo que cobran de nuevo actualidad porque ha trascendido que se pudo fichar a Yannick Ferreira Carrasco del Mónaco por 10 kilos cuando ahora vale 100. Si en el momento en que valía 10 se le hubiera fichado, ¿todo el mundo habría aprobado el fichaje? ¿Se habría tenido paciencia con un tipo que le ha costado explotar?

No es el primer caso en la historia, y Carrasco no le llega, al menos aún, ni a la suela del zapato a Pelé o Platini, otro que pudo venir en su día, ni si quiera a Cristiano Ronaldo, que reconocía hace poco que el Valencia le quiso fichar en su día. ¿Alguien habría aprobado que se gastaran 18 millones de euros por un crío de menos de 20 que no había hecho nada aún en el fútbol? Claro, claro, ahora todos dirán que sí... FALSOS. Michel Platini estuvo incluso en Valencia probando, ya que había sido recomendado por su compatriota Marcel Domingo. Pero Ramos Costa no pudo lograr traer al que luego sería 3 veces seguidas Balón de Oro, campeón de la Eurocopa con Francia y de la Copa de Europa con la Juventus. Carrasco no el primero, no será el último, y el Valencia no es el único que comete errores ni se aprovecha de ellos.