El Valencia era igual de malo o de bueno: ganar un partido sólo es dar un paso

Es curioso ver cómo cambia el fútbol por un partido ganado o perdido, porque el Valencia antes de Prandelli era una ruina y un desastre, y justo después de su primer partido y primera victoria, ahora parece que todo es distinto, que Alves no sólo para penaltis, que Montoya es buen lateral derecho, Gayà es el futuro de la Roja, Garay y Santos una pareja de centrales como había desde Ayala y Marchena, Enzo es el más grande medio centro de Europa, Mario Suárez es mejor ahora que en el Atlético, Cancelo es crack mundial, los 30 kilos por Rodrigo ya no parecen tantos, Parejo es un crack y Santi Mina el delantero que el equipo anda esperando. Ahora se corre más, se combina más, se compite mejor... Y todo ello porque se gana un partido, se marca un gol más que el contrario, y es que si el Sporting de Gijon le da por empatar el córner que tiene en el último minuto, el trabajo sería el mismo, el resultado otro, y todo lo dicho antes papel mojado.

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Este artículo es penar en voz alta, ese privilegio que a veces tenemos los periodistas, porque podemos hasta compartir nuestros pensamientos con la gente, y que luego estén o no de acuerdo con nosotros. Pero el trabajo es el mismo, ganando o perdiendo, la actitud igual, aunque está claro que este proyecto, y esta nueva andadura de Prandelli necesitaba por todo empezar con buen pie, y ganar lo es. Ahora la guinda al pastel sería que nos lleváramos por delante al Barcelona, que va para una década que no pasa en Mestalla, y ya está bien. ¿Difícil? No, muy pero que muy difícil, pero ahora ya no somos tan malos, ya no somos tan ruina, y seguimos siendo el Valencia, que a nadie se le olvide.