No entiendo a Diego Alves cuando no es el portero del Valencia

El portero brasileño ha bajado su tono después de aquel 31 de agosto, pero sigue disparando al cielo, y cuando pasa eso, nunca se sabe lo que puede caer

Toni Hernández | 06 OCT. 2016 | 14:59

Diego Alves ha pasado de un "a algunos os han dicho muchas mentiras con mi salida. Que lo sepáis. Acallaré bocas" el 30 de agosto a un "no quiero crear polémicas, soy muy feliz en Valencia", pero además cambiando el tono de forma considerable, aunque disparando al cielo, "algunos intentaron sacarme del club", una frase que no sé a otros, pero a mi me molesta. Primero porque es el club quien decide, con mejor o peor criterio, que el portero que sale es él, y las razones se han dicho mil veces: es más mayor, cobra más y se le presume menos recorrido. Nada que ver con su capacidad como portero, que en ese se basta él solo para defenderse. Pero quien exige cobrar más es él, como reconoció el director deportivo Jesús García Pitarch, quien negocia con el Barcelona es él, quien rechaza al Sevilla por dinero es él, y quien habla con al menos dos clubes de la Premier a finales de agosto es él.

En el verde, bajo los palos, Alves es uno de los mejores del mundo, nadie lo duda ni lo discute, pero en el discurso fuera no se pueden pegar tantos bandazos ni querer dejar a tanta gente en evidencia. Alves es lo que es dentro y fuera y en el vestuario y en el club lo saben, y al final esto va de parar balones, penaltis y no penaltis, pero aquí "nadie" raro quería sacarlo del club, sino que el club tomó una decisión que luego no se pudo ejecutar, pero por dinero, ni más ni menos. Decir ahora esto quizá sea ir contracorriente, porque está de moda, pero las cosas son como son por muchos penaltis que se paren.