Dos buenas noticias para el Valencia: VICTORIA y que el entrenador nuevo tiene un margen de mejora brutal

El Valencia tiene buenos jugadores, tiene buena materia prima para hacer un gran equipo, aunque se hayan tirado 4 meses a la basura sin sentido

Toni Hernández | 22 SEPT. 2016 | 23:38

El Valencia - Alavés deja una gran noticia, APARTE DE UNA VICTORIA QUE ES LA VIDA ENTERA, y es que el margen de mejora del equipo es enorme, porque tiene unos jugadores que le pueden hacer jugar barbaridades, con los que incluso se puede defender bien y hasta atacar siendo contundente, y eso que algunas piezas clave o no estaban, Garay, o estaban sólo de cuerpo presente, Dani Parejo (Suso, entre nosotros, a qué mala hora le dijimos que no al Sevilla por Pako quería que fuera su jugador más importante). El equipo tiene una ansiedad y unas carencias de fundamentos graves, y eso sólo se debe a que el trabajo del verano no tiene ni análisis, porque la palabra desastre es posible que se quede corta para explicar lo que ocurre en el verde. Pero un Valencia con dos laterales metidos, Montoya y Gaya, dos centrales solventes, Mangala y Garay cuando vuelva, Enzo, Mario Suárez, Medrán (Álvaro, con cariño, las marcas son desde que sale el balón hasta que acaba la jugada), Nani, Rodrigo, Cancelo, Santi Mina, Munir... ¿Mal equipo? Por favor...

Pako Ayestarán ha empleado el verano no sé muy bien en qué, porque sigo diciendo que este equipo no es tan malo ni de broma, pero o el vasco se volvió loco, o realmente es así, o aquí ha pasado algo muy heavy que no nos han contado y que es tan gordo que ni podemos imaginar. El partido del equipo, teniendo en cuenta cómo está, es decente, porque con todo lo que cae, estuvo decente, vuelvo a repetirlo. La grada ayudó, porque Mestalla, ese estadio al que tanto se critica pero que nadie conoce, se portó de un modo magistral, apoyando al equipo por encima de todo. ¿Paciencia? Los tópicos sirven de poco, porque lo que toca es trabajar con una idea clara, y sensata, ir con ella a muerte, y con estos BUENOS JUGADORES, plasmarla. El entrenador que venga lo tiene fácil, porque el desastre que debe solucionar hará que todo sea mejorar.