Alcácer y otros jugadores que dejaron heridas en el valencianismo

Paco Alcácer está muy cerca de salir del Valencia, su adiós recuerda al de otros ídolos del Valencianismo que se despidieron por la puerta de atrás

Jose Hernández | 25 AGO. 2016 | 10:17

La afición del Valencia se encuentra en estado de shock ante la posible venta de Paco Alcácer al Barcelona, el delantero quiere irse del club y salvo sorpresa de última hora se marchará de Mestalla por la puerta de atrás. Se trata de una noticia inesperada para los aficionados ya que Alcácer era el gran ídolo y el jugador en torno al que se esperaba construir el futuro del equipo. Alcácer se une a Mijatovic, Mendieta o Roberto Soldado, futbolistas que se fueron del Valencia en medio de la polémica.

La previsible marcha de Paco Alcácer es un momento duro para la entidad, pero ningún jugador es imprescindible. De Mestalla salieron futbolistas mucho más importantes y carismáticos que el de Torrent, y el club siempre se recompuso. No obstante, queda claro que no se puede comparar el adiós de Claudio López o David Villa con los de otros jugadores, sobre todo por cómo ocurrieron. La gran afrenta histórica para el valencianismo se produjo con Mijatovic. El montenegrino era la gran estrella de un equipo que aspiraba a ser campeón, y en su momento, era sin discusión el mejor jugador de la liga española. Los acontecimientos se precipitaron tras una gran noche en la que Mijatovic marcó dos goles al Barça en Mestalla y Pedja se fue aclamado por la grada, pero al día siguiente saltó la bomba.

Varios emisarios del Real Madrid viajaron a Valencia para cerrar su contratación, y pocas horas más tarde el borrador del contrato era publicado por varios medios. En él se especificaban las condiciones del fichaje; el Real Madrid pagaría la cláusula de rescisión y contrataría al futbolista al finalizar esa campaña. Mijatovic vivió un tormento hasta el final de 1995-96 ya que la afición se sentía engañada. El jugador había prometido tiempo atrás que no se marcharía, y el valencianismo nunca le perdonó que cerrara su contrato cuando el equipo se encontraba todavía en plena lucha por la liga. Además, en los siguientes meses las reuniones entre el jugador y los dirigentes madridistas fueron constantes. Pedja fue decisivo en el tramo final de la temporada, pero en cada partido jugado en casa tuvo que sufrir el acoso y los silbidos de la grada.

El caso Mijatovic fue la mecha que encendió el creciente antimadridismo que se vivió en Valencia en los siguientes años. Una pelea que tuvo otro de los momentos clave en el verano de 2001. Gaizka Mendieta había sido bautizado por el entonces presidente Pedro Cortés como el "Murciélago del escudo", pero después de la final de Milán todo cambió. En medio de numerosos rumores que intentaban explicar las razones de la situación, lo único cierto es que el vasco quería irse del Valencia. Su intención era fichar por el Real Madrid, pero los blancos no estaban dispuestos a pagar la cláusula de rescisión de su contrato. A diferencia de lo ocurrido con Alcácer, el Valencia se cerró en banda a negociar con el Real Madrid, y el jugador llegó a ofrecer una rueda de prensa junto a sus agentes en la que pedía públicamente que se sentaran a hablar de su salida.

Mendieta terminó firmando por la Lazio, pero el valencianismo no perdonó aquellas palabras y el jugador no tuvo la despedida soñada. Menos doloroso fue el adiós de Roberto Soldado. Si bien es cierto que ha sido uno de los mejores delanteros que ha tenido el Valencia en este siglo, nunca llegó a ser tan apreciado como otros jugadores, pero su salida también estuvo cargada de polémica. Se dijeron muchas cosas y hubo un claro cruce de declaraciones entre el club y los agentes del futbolista. Nada más cerrar su traspaso al Tottenham, Soldado cargó de forma muy dura contra el presidente Amadeo Salvo y aseguró que no creía en el proyecto. Con el tiempo, la relación entre Soldado y la afición del Valencia se ha vuelto todavía más agria.

Y finalmente llegamos a Paco Alcácer. El delantero se había convertido en la gran bandera del equipo, un jugador criado en la casa y que ha contado hasta el momento con el perdón de la grada en los malos momentos. Pocos esperaban la reacción del futbolista, y sobre todo la falta de sinceridad a la hora de dar la cara ante los aficionados. Alcácer quiere irse del Valencia y firmar por el Barcelona, un golpe muy duro que los aficionados tardarán en olvidar. Alcácer ha decepcionado a la grada de Mestalla, pero aunque se confirme su salida, el Valencia permanecerá por encima y logrará salvar la situación. El ejemplo de otros cracks que se fueron en situación parecida demuestra que nadie es imprescindible.