El Valencia no puede aceptar ni circos ni a niñatos

Un club debe ser fuerte en todos los aspectos y sobre todo no dejar que un jugador esté por encima de él, porque las personas pasan, pero el club se queda, siempre

Toni Hernández | 02 AGO. 2016 | 00:05

El Valencia Club de Fútbol cumplirá 100 años Dios mediante en 2019, dentro de tres, y si ha llegado a esta edad, primero es porque su arraigo social ha estado por encima de todo, y sus aficionados, sus seguidores incondicionales, han estado en las buenas y en las malas y lo han hecho grande primero y gigante después. Pero además, la grandeza radica en que el club debe estar por encima de todos los que puntualmente pasan por él, desde dueños a presidentes, desde jugadores a directores generales. Nadie debe estar por encima, algunos lo han estado, y eso es pecado mortal, jamás debe pasar, nunca se dejar que ocurra. Dani Parejo no puede ni debe ser una excepción, pero el club tampoco puede montar un circo: se quiere ir, que traiga una oferta y se haga rápido, sin dolor, y especialmente sin hacer el ridículo, y menos el Valencia.

No se puede estar asistiendo a dos días de un número que el Valencia no se merece. Parejo está fuera aunque se termine quedando, porque con todo, si ese chico salta a Mestalla vestido de blanco y negro, le pueden pitar más que al contrario, y con razón. Y eso no, porque el equipo, el club, está por encima, muy por encima. Si alguien olvida dónde está, como le ha pasado a Parejo, se le recuerda, pero no se forma un show. Dos días apartado, ante la mirada de todos, con el club en boca de todos. ¡Que no! Que se le manda a casa, que el Sevilla, o quien sea, traiga la oferta. Y como sea barata, comerá hormigón de grada hasta reventar, porque no puede volver a vestir la camiseta del Valencia. Y como esto es un hecho, ¿a qué estamos esperando? ¿Otro día más haciendo el indio? Casi 100 años de historia no se lo merecen.