El Barça dice SI a la Superliga Europea , NO a UEFA y QUIERE al Valencia dentro

La UEFA puede empezar a temblar, porque los grandes del fútbol europeo, además de la reunión de los 5 de la Premier, empiezan a manifestarse a favor de una Superliga Europea más allá de una mejor Champions League, y el que marca el camino es el Barcelona, que si bien afirma no querer ninguna guerra abierta con el máximo organismo continental del fútbol, algo que respalda la ECA, Asociación de Clubs Europeos, tampoco quieren pasar por ser todos iguales, y en el caso del Barça, aunque el componente es económico, también lo dota de queja por la sanción de las esteladas. El caldo de cultivo para que el fútbol europeo tal y como lo conocemos cambie por completo, está servido. Los culés, además, apuestan por la presencia del Valencia en ese grupo, algo muy importante. En juego hay nada menos que 7.000 millones de euros a repartir entre 20 equipos.

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Susana Monje, vicepresidenta económica del Barcelona, en una entrevista a La Vanguardia, dice que “hay que potenciar una liga europea desde un ámbito controlado por los clubs”, y además, “dependemos ahora de entidades como la UEFA o la FIFA cuya gestión es mejorable, y ese es un objetivo clarísimo por el que el Barça debe apostar”. Traducido, están hartos de estos entes, que dominan de forman perversa el fútbol, y quieren sus propios mecanismos de control. Que el Barça haya dado el primer paso puede suponer que lo hagan los demás grandes involucrados.

Los grandes quieren la Superliga Europea, a cuenta gotas, pero van filtrando sus intenciones. Se quiere esta competición para los fines de semana, y se podría estudiar jugar con un segundo equipo las competiciones domésticas, pero fuera del ámbito federativo nacional y de la UEFA. Vamos, que jugaría con el filial la Liga BBVA. La modificación de la Champions es lo único que podría reconducir la situación, pero cuando a los clubes les han presentado las cifras, 1.300 millones de euros para un público de 2.000 millones, frente a los 7.000 millones de euros contra 150 millones de seguidores de la NHL en USA, la cara de todos fue la misma: ese modelo es el que quieren y necesitan para poder mantener el nivel de sus plantillas y pagar a los mejores jugadores del mundo.

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Este tema cada día va más en serio. Al actual acuerdo de Champions le quedan 2 años, hasta 2018, y ese es el tiempo que queda para moverse, tomar posiciones y ver dónde se puede estar, si entre los mejores del mundo jugando un campeonato con todos los alicientes, o en casa, con gente de mucho menor nivel, muchos menos ingresos, y desde luego, un atractivo infinitamente menor que una Superliga Europea.