Shkodran Mustafi, sobre ti edificaremos nuestro equipo, y no el Barcelona

Por encima de las cualidades futbolísticas, las de liderazgo y compromiso marcan quiénes son los líderes de un grupo, y eso vale mucho

Toni Hernández | 27 FEB. 2016 | 11:24

Shkodran Mustafi, jugador del Valencia, capitán, líder, campeón del mundo con Alemania con 2014, futbolista comprometido con su club, porque entiende el juego así, con compromiso, porque es posible que el hecho de irse de casa con 17 años al Everton y luego con 20 cambiar de nuevo de país, rumbo a la Sampdoria italiana, y con 22 llegar a España, le haya dado una lección de vida que, a sus apenas 24 años y con el fútbol que ya lleva vivido, le convierten en un veterano del verde, aunque sea un crío en la vida.

En el fútbol, encontrar buenos jugadores es relativamente fácil, porque de esos ahí en el mercado, pero hacerlo con tipos comprometidos, que dan la cara, que no se esconden, y que tienen ese punto que hace equipo, ese concepto tan abstracto que si no estás en un vestuario no lo acabas de entender pero que es imprescindible, eso si es complicado, y suelen aparecer donde menos te lo esperas. Ese talento es natural, ese liderazgo, esa capacidad para ser el referente, el baluarte, eso se tiene o no se tiene. Mustafi lo tiene, y ese intangible vale una cantidad de dinero que no se puede calcular.


Que va a tener ofertas este verano, como las tuvo el pasado, eso es evidente. Porque igual que nosotros podemos ver todo eso en Mustafi, los clubes poderosos de Europa, Ingletaterra especialmente, también, y el defensa alemán, que ya conoce el país por sus 3 años allí, no es un desconocido, no tendría problemas de aclimatación, y donde fuera triunfaría, de eso cabe duda. El United está pendiente, y el Barcelona, que siempre tiene esos problemas atrás, y que con Mathieu, pues no, ha puesto también sus ojos en el alemán.

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El Valencia, desde que la generación de Albelda, Baraja y Marchena se fue, adolece de referentes, de líderes que tiren del grupo, que sean espejos donde mirarse. Mustafo, y tiene 23 años, 24 en abril, y esa madera es difícil de encontrar. Centrales buenos hay muchos, el año pasado estaba Otamendi, pero ese rasgo de jefe y compromiso no lo tenía, y aunque estuvo muy bien vendido, dejó tirado al equipo. Mustafi, y no es la primera vez que lo digo, es una buena base para empezar a construir un gran equipo, porque lo tiene todo para ser el jefe, y de eso, en un equipo de fútbol, siempre hace falta uno, y bueno.