En el Valencia, si se gana, Gary Neville no es tan malo, y Peter Lim es hasta bueno

Después de la derrotas del Sporting, Betis y Barça, Peter Lim era el blanco de todos, y dos victorias después, se hizo el silencio

Toni Hernández | 20 FEB. 2016 | 00:02

Siempre he sido una nota discordante, nunca he estado conforme con nada, siempre me faltaba algo, soy un asqueroso inconformista de culo inquieto, y cuando las cosas no me gustan, soy incapaz de callarme, y esta semana, viendo que el Valencia ganó la final contra el Espanyol y se marcó un partidazo, si, contra ese equipo, pero un partidazo, en Europa, me pregunto extrañado cómo es posible que Peter Lim, el nombre que era responsable de todo lo malo que le pasaba al club, porque es así, que para eso es el dueño, esta semana no haya sido nombrado, nadie haya hablado de él, o como algunos llegan a presumir, con él. Me lo pregunto además cabreado, porque en esta ciudad tenemos ese don, esa capacidad de no haber arriesgado nunca en nuestra vida nuestro dinero y dar consejos y lecciones al que sí lo ha hace. Somos así de cojonudos. Y en el fútbol, además, lo sabemos todo.

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Si algún iluminado, que en esta ciudad tenemos un regimiento, me llama pelota de Lim, le diré que pelota no, balón. Balón de fútbol, que es con lo que se juega a esto. Aquí hay un tipo que capitaliza a la sociedad con 100 kilos de nada, y oye, que nosotros le ponemos a parir porque ficha a sus amigos pero no gana, que cuando fichaba a sus amigos, Nuno, y si se ganaba, Amunt Valencia a tope. Capitalizar una sociedad es que ha metido pasta, 100 millones euros, más otros tantos que ya había puesto. Oye, nada 200 de vellón, que eso aquí ha pasado toda la vida, claro que si.

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Hemos asistido al debate, que vaya tela, del director deportivo. Y uno, que tiene memoria, se cabrea más, porque aquí hemos pegado una patada en el culo a Javier Subirats, el que armó el gran Valencia de las ligas, a Suso Martínez, el hombre que fichó excepto a Ilie al once titular de la final de Sevilla 1999, a García Pitarch se le llamó filtrador, traidor y demás burradas, Edu Maciá, Juan Sánchez... A todos esos se les ha echado del Valencia, se ha hablado mal en prensa de ellos, y ahora todos sabemos que hace falta un director deportivo. ¿Para qué? ¿Porqué? ¿Pero no vemos lo hipócritas que somos? Rufete elevado a los altares cuando tiró del Valencia a Baraja y Juan Sánchez, pero era el de Salvo, y Amadeo era intocable. Y ojo, VUELVO A REPETIR PARA EL EJÉRCITO DE "TODO LO VEMOS MAL", QUE SALVO HIZO HISTORIA DE LA POSITIVA TRAYENDO A LIM AL VALENCIA. Os lo pongo en mayúscula, que va a dar igual, pero así no tenéis excusa.

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Esta ciudad es así, aquí somos así. Tenemos que ser de bandos, tenemos que tener guerras. Leía a Carlos Bosch esta semana, y aunque no estoy de acuerdo con él en algunas cosas, y en otras llevo tengo desencanto personal, coincido en algo importante: los periodistas vemos bien o mal lo que se hace en función de si quien lo hace nos cae bien o mal. Eso ha sido, es y me temo que será. Y de esa guerra imbécil yo huí hace años. Cuando salí del periodismo diario juré que no volvería a hacer lo mismo, y no lo hago. Hablo libre, opino libre, observo libre. Y eso en esta ciudad, hablando en plata, jode. Y mis heridas se curan, cada día un poco más, y cuanto más curadas estén, más claro aún hablaré. Ah, ganemos el domingo y sigamos sin hablar de Lim, estará bien.