Olympique Lyon: Jean-Marie Aulas, prohibido prohibir

Jean-Marie Aulas, presidente del Olympique de Lyon, el germen del éxito que han disfrutando en Gerland durante las dos últimas décadas. Ahora el proyecto reverdece

Francisco Ortí | 29 SEPT. 2015 | 11:05

Francia era un caos durante la primavera de 1968. La guerra de Argelia prendió un incendio social en la clase obrera y universitaria que puso en jaque el gobierno de Charles de Gaulle. El estallido de las revueltas estudiantiles vivió su momento de mayor apogéo en mayo de 1968 y París fue su epicentro. Hasta allí se desplazó el delegado del sindicato de estudiantes de Unef, con apenas 19 años, el joven Jean-Marie para tomar parte en la lucha revolucionaria. Las ideas del mayo francés calaron hondo en la mente de Jean-Marie, en especial la máxima de Daniel Cohn-Bendit “está prohibido prohibir“, y ese mismo año decidió emanciparse -la mayoría de edad estaba en 21 años- para fundar su propia empresa de informática.

Ese joven revolucionario que quemó París con proclamas liberales en mayo de 1968 se convirtió en el líder del sector informático francés al frente de la CEGID (Compañía Europea de Gestión de Informática Desentralizada). Su nuevo estatus le permitió codearse con la plana mayor de los empresarios franceses y entabló amistad con el polifacético presidente del Olympique de Marsella Bernard Tapie a través del programa de TF1 Ambiciones. Tapie sentía gran admiración por Jean-Marie y nunca lo ocultó. Tras un encuentro entre el Marsella y el Rennes en 1987, un periodista del diario lionés Progress preguntó al polémico mandatario del OM si encontraba alguna solución para los graves problemas que atravesaba el Olympique de Lyon y la respuesta fue clara: “La solución ideal es un joven empresario local. Se llama Jean-Marie Aulas“.

En aquella época, el Olympique de Lyon sobrevivía a duras penas en la segunda división francesa y estaba azotado por una grave crisis económica que le situaba al borde de la desaparición. La situación era desesperada, así que el club decidió hacer caso del consejo de Tapie y contactó con Jean-Marie Aulas. El empresario, picado por la curiosidad, aceptó el reto, pese a no tener ninguna experiencia en el mundo deportivo más allá de haber jugado a balonmano a nivel semiprofesional durante su juventud. El 15 de junio de 1987 se convirtió en el presidente del Olympique Lyon, iniciando una nueva etapa para el club de Gerland.

El Lyon vivía a la sombra del Saint Etienne, que monopolizaba a los aficionados de la zona del Ródano, su palmarés era escaso y pasada inadvertido en la segunda división francesa. Eso no fue obstáculo para que Aulas trazara un plan ambicioso. “Está prohibido prohibir”, recordó, e ideó el proyecto OL-Europa, que consistía en lograr que el conjunto de Gerland se clasificara para competición europea en un plazo de cuatro años. Todos le hubieran tachado de loco, y, de hecho, así lo hicieron, pero Aulas cumplió su objetivo. En su segunda temporada al frente del club logró el ascenso a la Ligue 1 y en 1991 el Olympique de Lyon selló por primera vez su pase para disputar una competición europea.

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Fue el germen del gran Olympique de Lyon. Bajo el mandato de Aulas, el OL se convirtió en el dictador del fútbol francés. Los problemas económicos quedaron atrás con la generosa inyección de capital de la empresa Pathé en 1999 y ello dio pie a los éxitos deportivos. Inauguró su palmarés con la victoria de la Copa de la Liga en 2001 -el primero que lograba el club desde 1973- y levantó en siete ocasiones consecutivas Le Championnat. Aulas se convirtió en uno de los presidentes más envidiados de Europa, y también en uno de los negociadores más temidos, llegando a recaudar centenares de millones con los traspasos de sus jugadores referencia. Pese a las ventas, los títulos continuaron llegando a Gerland sin freno. Sólo se le resistió un reto: vencer la Copa de Europa. Esa ha sido la gran asignatura pendiente del Olympique de Lyon de Aulas, que ahora intenta compensar de nuevo.

Después de unas temporadas en las que el proyecto de Aulas parecía languidecer, los de Gerland han regresado a la Champions League, la competición en la que se sintieron grandes. Apostando de nuevo por una política de cantera, el Olympique Lyon ha renacido, confiando en proyectos ya consagrados como Lacazette o Fekir. Aulas cree que la resurrección es posible y el lema es el mismo que ya les hizo grandes: "está prohíbido prohibir".