Nuno lanza a Rodrigo a los leones

El técnico portugués sacó al delantero hispanobrasileño en los últimos minutos del juego y este se llevó una sonora pitada

Nacho Ballester | 26 SEPT. 2015 | 10:12

Nuno Espirito Santo no tuvo mucho tacto ni vista en la noche del viernes 25 de septiembre cuando dio entrada a Rodrigo Moreno por Negredo a falta de tres minutos para terminar el encuentro entre Valencia CF y Granada. ¿Qué necesidad había de exponer así a un jugador que está siendo señalado? La mala fortuna que está teniendo Rodrigo Moreno de cara a puerta sumando a las oportunidades que le ha brindado Nuno, han hecho que se generen muchísimas dudas dentro del aficionado con respecto al delantero valencianista. A título personal quiero añadir que la pitada es exagerada dado que Rodrigo es culpable de lo que es.

El partido estaba feo, descontrolado por parte del Valencia y la grada pedía a gritos la entrada de algún cambio para intentar controlar lo que parecía un empate a última hora muy doloroso. Nuno miraba a los jugadores que estaban calentando (De Paul y Rodrigo Moreno) y se decantaba (una vez más) por el hispanobrasileño, cuando quizá la entrada de Rodrigo De Paul era más de control y menos dolorosa ya que el aficionado no tiene nada en contra del argentino. No digo que Nuno sea un cobarde y saque lo que pide la grada, pero sí creo que debe tener algo más de tacto con futbolista señalados que pueden salir muy perjudicados tras una pitada en tu propio estadio. Supongo que eso Nuno no lo sabrá porque la máquina de rendimiento no mide los silbidos de la grada. La sonara pitada de Mestalla puede haber dejado muy tocado a un Rodrigo que nunca deja de intentarlo una y otra vez pese a no tener fortuna cara a puerta.

Para terminar cabe recordar que Nuno Espirito Santo está mareando a Rodrigo con constantes cambios de posición ya que el ariete che no ha jugado tres partidos seguidos en el mismo lugar. Son muchas las oportunidades que se le han dado, pero ante el Granada parecía un momento muy delicado para que no saliese mal parado. Un poco de sentido común.