El derbi descubre las primeras grietas en el 'Nunismo'

Nuno sumó su segunda derrota como técnico del Valencia en un partido con apuntes para la esperanza y con nombres propios como los de Negredo o De Paul.

Paco Polit | 24 NOV. 2014 | 00:52

Las malas sensaciones se sucedieron ante Villarreal y Athletic, pero los cuatro puntos cosechados ocultaron parte de las carencias vistas en aquellos choques. Ante el Levante, sin embargo, el resultado no tuvo ni trampa ni cartón: el Valencia cayó de nuevo a domicilio y sumó su segunda derrota de la temporada.

Se quiso ver en la ausencia de Parejo y el consiguiente cambio de sistema al 1-4-4-2 el motivo de tanta irregularidad. Sin embargo, el derbi valenciano demostró que la ausencia del cosladeño no es la única grieta en el sólido muro que el 'Nunismo' había edificado en las primeras jornadas.

Negredo, falto de ritmo

El 'Tiburón' fue titular por vez primera y dispuso de hasta cuatro ocasiones claras para hacer su primer gol con la camiseta blanquinegra. Casi todas fueron entre palos, pero sin la potencia o la colocación suficiente. Con Alcácer en la grada, el madrileño demostró su conocido instinto asesino para generar peligro y fabricar sus propias ocasiones, aunque la falta de ritmo competitivo le hizo jugar con el punto de mira desviado. La hinchada puede estar tranquila: un par de partidos más y Negredo tendrá el fusil más que calibrado.

La polémica del penalti

​Nuno se quejó amargamente por la pena máxima no señalada de Vyntra sobre Negredo. Si bien el propio atacante protestó con rabia en primera instancia, Negredo tampoco hizo hincapié en la jugada posteriormente. Por el momento del partido, un penalti y una roja al central griego podría haber cambiado el partido. Sin embargo, tanto cuerpo técnico como jugadores eran conscientes tras el choque de que deberán buscar los motivos de la derrota en otros lugares y no en aquella acción puntual.

​Cambios arriesgados

Tras encajar el 1-0, Nuno se la jugó con modificaciones arriesgadas en defensa. Retiró a Barragán, correcto atrás pero muy desafortunado en sus incorporaciones al ataque -sus centros fueron calamitosos-, para dar entrada a Feghouli; y sustituyó a Piatti por el renqueante Parejo, recuperado en tiempo express de su lesión muscular. El equipo, sin embargo, no modificó demasiado su dibujo, dado que Mustafi cayó al lateral y Javi Fuego retrasó su posición junto a Otamendi a menudo. Lo que el Valencia ganó en ataque por el centro y banda derecha lo perdió en la izquierda, ya que Gayà se vio cohibido en sus incorporaciones debido a las necesidades defensivas del equipo. El experimento funcionó durante unos minutos, hasta el gol de Parejo. Inmediatamente, el tanto de Morales desarboló la nueva disposición táctica.

De Paul, motivos para la esperanza

Gran parte de la hinchada valencianista destacó la actuación de Rodrigo de Paul. Su caso es más meritorio aún si tenemos en cuenta que apenas disputó diez minutos en el tramo final del choque. El argentino encaró sin miedo y desbordó por banda izquierda, generando peligro por ambos costados, poniendo un balón milimétrico en la cabeza de Negredo -el ariete remató blanco y al centro del arco- y a punto de anotar el gol del empate con un disparo cruzado desde el pico del área. En un choque exigente, De Paul demostró que merece más minutos.

DEBATE: ¿Cuáles fueron las claves de la derrota? ¿Con qué motivos para la esperanza te quedas?