Las dos realidades de Salvo: Peter Lim o concurso de acreedores
El presidente del Valencia sigue confiando en que se realizará la venta aunque también cree que Bankia no quiere que se efectúe
Peter Lim o concurso de acreedores. Esas son las dos opciones que baraja el actual consejo de administración en conveniencia con la comisión ejecutiva de la Fundación Valencia CF. Tanto es así que el viernes es la fecha límite en la que se debe resolver la venta o Peter Lim se marchará no sin hacer antes una incendiaria rueda de prensa.
Con ello, el discurso de Amadeo Salvo el pasado sábado sigue estando vigente hoy lunes. Sin cambios a la vista y con versiones contradictorias, desde el club y la Fundación se alega que Bankia sigue torpedeando el proceso ralentizando el transcurso de las negociaciones e invitando a que Peter Lim se marche por desgaste. Desde la entidad bancaria veían con asombro las palabras de Salvo, una posición que también comparte la Generalitat quienes conoce de primera lo ocurrido este fin de semana.
Y es que el sábado se produjeron varias comunicaciones entre Peter Lim y Amadeo Salvo antes de la celebración de la XX Convención de Peñas del Valencia CF. Una conversación telefónica en la que representantes de Meriton le confiaron al presidente del Valencia y a uno de sus consejeros tanto las conversaciones mantenidas como el documento en el que Bankia le exigía un listado de garantías con activos por valor de 200 millones de euros. Algo que no está dispuesto a acreditar el singapurense ya que en su momento, cuando alcanzó ese principio de acuerdo y pacto condiciones del contrato con la entidad bancaria, Bankia no le solicitó ese tipo de garantías líquidas. Un cambio de escenario, de nuevo, que no está dispuesto a aceptar el multimillonario.
Por ello, de no llegar a un acuerdo, al presidente del Valencia CF no le temblará el pulso para presentar el concurso de acreedores le pese a quien le pese. Una maniobra final que demuestra que Salvo morirá matando si hace falta. Es esa también una de las razones que han invitado al presidente valencianista a llamar a la unidad a toda la afición valencianista con el objetivo de que la presión social interrumpa los planes de una entidad bancaria que podría tener ya un comprador en el caso de que Lim se marchara.
Una supuesta maniobra en la sombra que podría tener relación con el archiconocido grupo de empresarios valencianos que incluso la mañana de la segunda votación a la oferta de Lim intentaron hacerse con el control de la situación.
El concurso de acreedores dejaría al club intervenido judicialmente aunque el control seguiría de manos del actual consejo de administración, al menos hasta la próxima junta de accionistas del Valencia CF. En lo que se refiere a la Fundación, el próximo día 27 debe afrontar un pago del que no puede hacerse cargo. La situación es límite en todos los sentidos. Bankia tiene la última palabra y la pelota sobre su tejado.