Tablas justas en el Villarreal - Elche (1-1)

El Villarreal sumó un punto en la visita del Elche a El Madrigal (1-1) en un choque donde los amarillos, intensos y muy mentalizados, se mostraron superiores a unos franjiverdes que, pese a tener las ideas muy claras y defender con contundencia, solo pudieron ponerse por delante tras un controvertido penalti. Con el empate, el conjunto de Marcelino García Toral continúa en séptima posición –lo que le da derecho a disputar la Europa League- y a solo punto de Sevilla y Real Sociedad, quinto y sexto respectivamente.

Con un juego eléctrico y rápido en el inicio, el Villarreal creó peligro casi en su primera jugada de ataque. En el minuto 2, Cani penetró por la izquierda y, con un tiro raso y de rosca, metió un valioso balón al área para que Perbet rematara, pero el francés, que llegaba como una exhalación, no pudo rematar con comodidad y la pelota se perdió por la línea de fondo. Avisaban los de Marcelino de sus intenciones.

Los amarillos dominaban el juego de calle, aunque el Elche, muy fiable, se defendía con criterio. En el 18, de nuevo una oportunidad clarísima para los amarillos. En una jugada prácticamente idéntica, Cani colocó un magistral pase raso desde la izquierda y -otra vez- Perbet remató en boca de gol para que el balón se marchara alto.

Parecía que el gol del Submarino se acercaba cada vez más, pero iba a ser una discutida jugada la que daría la vuelta al encuentro. A la media hora, Botía y Perbet pelearon un balón en el área tras un saque de esquina y, en lo que parecía un forcejeo común, el colegiado tomó una controvertida decisión: penalti a favor del Elche. Damián, desde los once metros, se encargaba de adelantar a unos franjiverdes que apenas habían hecho intervenir a Asenjo.

El Submarino, pese al golpe mantuvo la intensidad. Y terminó encontrando su recompensa. En el 43, Moi Gómez recibió al borde del área y, con un pase bombeado, cedió a Jonathan Pereira para que el gallego superara a Manu Herrera en la salida. Se volvían a igualar las tornas de cara a un segunda parte que se preveía apasionante.

No defraudó en absoluto el segundo tiempo. El Villarreal mantuvo su apuesta de intensidad y dominio, mientras que los ilicitanos estiraron sus líneas y comenzaron a jugar más en el área del Submarino. Las oportunidades, sin embargo, seguían siendo para los de Marcelino.

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En el 56, Cani, en una gran jugada personal, regateó a tres defensas en el área y enchufó un buen disparo cruzado que por desgracia, terminó paseándose por delante de la línea de gol. En el 63, era Jaume Costa el que probaba suerte con un gran tiro que Manu Herrera, muy atento, terminó deteniendo. A un cuarto de hora para el final, Mario encaró la línea de fondo y colocó un centro largo que Perbet, casi como un acróbata, recogió al vuelo para enchufar un gran tiro que se fue por muy poco por encima del larguero.

En el último cuarto de hora, el partido se abrió definitivamente. Con un enloquecido ir y venir de futbolistas, el balón iba de un área a otra y cada llegada se traducía con un grito en la grada de El Madrigal, pero el marcador ya no se volvió a mover pese a los esfuerzos de los locales.