Empate amarillo con sabor agridulce (1-1)
Con el empate, los amarillos no recortan distancias a la zona Champions, aunque mantiene una cómoda ventaja con el octavo puesto

El Villarreal se quedó sin recompensa en la visita del Athletic a El Madrigal (1-1) en un choque donde los amarillos fueron superiores al conjunto vizcaíno pero que vieron como los tres puntos se les escapaban en el tramo final tras jugar casi media hora con diez. Con el empate, los amarillos no recortan distancias a la zona Champions, aunque mantiene una cómoda ventaja con el octavo puesto.
Encendido el Villarreal desde el principio, el Athletic prefirió salir con más tranquilidad ante un Submarino que apostó por arrollar a los vizcaínos desde el principio. Se hizo con el dominio de la pelota, aunque con un ojo puesto en la zaga y consciente del peligro que podían suponer los fallos atrás.
El conjunto de Marcelino trenzaba jugadas a una velocidad de vértigo, pero no fue hasta el minuto 20 que los locales disfrutaron de una gran ocasión. Jokic buscó la línea de fondo tras una buena triangulación y puso un precioso centro cerrado al que Giovani y Uche no pudieron llegar en boca de gol, aunque solo por cuestión de milímetros. Dos minutos después, Óliver ponía a prueba a Iraizoz desde fuera del área con un duro disparo pegado al palo, pero el meta rojiblanco, atento, detuvo en dos tiempos.
A diez minutos del descanso, Giovani se quedó a las puertas con un espectacular lanzamiento de falta directa que se marchó desviado, pero aún quedaban emociones fuertes en los minutos que restaban. Tras una clara oportunidad para el Athletic –un tiro de Ander Herrera rebotó en Musacchio y no entró gracias a la actuación de Asenjo-, llegaba un penalti a favor para los visitantes a la salida de un córner. De nuevo Asenjo, providencial, detenía el disparo de pena máxima de Aduriz en una memorable estirada que mantenía las tablas en el electrónico.
Con el mismo electrizante ritmo que había terminado la primera parte, comenzó la segunda. Y con buenas noticias para el Submarino. Tras robar en su campo, los amarillos salieron rápido y Óliver le ganó la partida a su marcador para colarse por la derecha del área y, tras ver desmarcado a Pina, asistió al segundo palo para que el manchego, desmarcado, hiciese el 1-0 a puerta vacía.
Los de Marcelino por fin encontraban premio a su dominio, pero aún quedaba la mitad del partido. Una eternidad. En el 65, llegó el primer contratiempo grave para los locales. En un salto con Aduriz, Gabriel veía la segunda amarilla y el camino de los vestuarios a falta de casi media hora. El partido estaba al rojo vivo: el Athletic había tomado la iniciativa y buscaba el empate ante un Villarreal que seguía sin renunciar a nada pese a jugar con diez.
Y justo cuando mejor estaba aguantando el Submarino, llegó el tanto del empate. Tras un centro de Iturraspe, Aduriz cabeceó al segundo palo y puso el 1-1 en el marcador. El tanto no aplacó los ánimos de vila-realenses ni bilbaínos, pero apenas quedaba tiempo para mucho más.