Caparrós y Francisco, estilos antagónicos en el Ciutat

Caparrós y Francisco coinciden en el Ciutat de València en un partido que servirá para comprobar la dinámica de ambos clubes

Redactor Jefe | 14 FEB. 2014 | 19:49

Quizás sea otra manera diferente de contextualizar la confrontación que mañana sábado medirá al Levante y al Almería en el Estadio Ciutat de València. Sobre el tapate del feudo de Orriols se materializará un duelo generacional, si se fija la tendencia que emiten los inquilinos de cada uno de los banquillos de las escuadras que contenderán por la obtención de tres puntos que cuentan con un valor incalculable. Joaquín Caparrós frente a Francisco; o visto desde una nueva perspectiva: el entrenador más longevo de los preparadores adscritos a Primera División del ejercicio 2013-2014 contra un neófito en el entorno de la elite. Parece una evidencia que sus caminos no marchan en estrecha conexión desde ese prisma. El preparador del Levante supera los cuatrocientos cincuenta partidos en la máxima categoría mientras que el técnico del Almería contabiliza, en su expediente personalizado, el recorrido emprendido desde su estreno en el arranque de la presente competición en agosto de 2013.

A la cima más elevada del balompié se puede llegar por itinerarios antagónicos. Y muy posiblemente este sea el caso, si se centra la mirada en exclusiva en la ruta escogida por cada uno de ellos, partiendo de sus respectivos currículums. La Primera División amalgama sus caracteres, pero hay cuantiosas y significativas diferencias. El viaje de Joaquín Caparrós fue claramente ascendente. El preparador fue recorriendo escarpadas montañas para conseguir acceder al entorno de la elite. Fue una ascensión gradual. El técnico fue quemando etapas y superando obstáculos en una irresistible escalada que le condujo hasta la Primera División. Su nombre está inscrito en las principales categorías del fútbol nacional hasta introducirse en el Olimpo de los Dioses con el Sevilla. Desde entonces no ha habido una variación sustancial. Caparrós ha estado asociado a los banquillos de la máxima categoría con el Deportivo, Athletic, Mallorca y, en el presente curso, Levante con una compleja aventura fuera de la Península Ibérica como preparador del Neuchâtel Suizo de la Primera División helvética.

Francisco ejemplifica otra vía de acceso. Hay una evidente convergencia espacial, pero no en cuanto a las formas. El fondo no coincide. Con treinta y cinco años, Francisco todavía tiene muy próximos en el interior de su mente los recuerdos asociados a su etapa como futbolista profesional. En ese sentido, y con el balón en los pies, su hoja de servicios es mucho más profunda que la exhibida por Caparrós. Francisco comenzó su andadura profesional a los mandos del filial instalado en el Grupo IV Segunda División B. En apenas dos temporadas emergió desde la tercera categoría nacional en dirección hacia el umbral de la elite para conducir los destinos del Almería en su nuevo periplo por los márgenes de Primera.

La apuesta ejercida por los rectores almerienses parecía sumamente arriesgada. Y el arranque fue demoledor, pero el Almería fue capaz de enderezar su rumbo y se presenta en el duelo de mañana en el Ciutat con 25 puntos y compitiendo en igualdad de condiciones ante el resto de escuadras. Será la segunda batalla entre Caparrós y Francisco. En el estreno, en el Estadio de Los Juegos del Mediterráneo, el Levante remontó en la reanudación del choque los dos goles conseguido por el Almería en el primer acto de la cita.