El Villarreal cae en el Bernabéu (4-2)

Los de Marcelino no pudieron con un eficaz Real Madrid

Redactor Jefe | 08 FEB. 2014 | 23:36

El Villarreal no pudo superar la maldición del Santiago Bernabéu –donde no ha ganado nunca- y terminó cayendo en su visita al Real Madrid (4-2). Los amarillos, sin embargo, ofrecieron una gran imagen y dieron la cara en todo momento, aunque no pudieron superar la terrible pegada del conjunto merengue. Para recordar, los dos goles amarillos, dos auténticos golazos de Mario y Giovani que, a buen seguro, figurarán entre los mejores de la jornada.

La fortuna se puso en contra de los amarillos desde el principio. En el minuto 6, y aprovechando un fallo defensivo de los amarillos, el Real Madrid se adelantó por medio de Gareth Bale, que picó el balón ante Asenko para hacer el 1-0. Superado el noqueo inicial, el conjunto de Marcelino se marchó arriba y comenzó a discutir la superioridad a los merengues.

Justo cuando los amarillos estaban más finos, el Madrid volvió a golpear. Bale desbordó por la banda y, con un centro corto, metió el balón en el área para que Benzema se adelantara a la zaga y ampliara la ventaja de los locales. Curiosamente, los amarillos creaban y salían bien al ataque, pero unas veces la falta de precisión y otras la rápida actuación de la defensa blanca, abortaban cada internada del Submarino.

En el 42, sin embargo, el partido dio un vuelco. En una rápida internada, Mario recuperó al borde del área y, sin pensárselo dos veces, conectó un potentísimo disparo a la escuadra ante el que nada pudo hacer Diego López. El tanto volvía a meter al Villarreal en el partido y hacía justicia a los méritos de un Submarino valiente y que no había bajado los brazos en ningún momento.

El Villarreal comenzó la segunda parte con la misma idea. Los de Marcelino seguirían siendo fieles a sí mismos o no serían. En los primeros minutos tras el descanso, el balón fue para los amarillos. Precisos y echando mano de frescura, los de Marcelino triangulaban con rapidez, superando con facilidad la línea de tres cuartos, pero faltaba el último disparo.

Plantaban cara los amarillos, pero cada llegada de los locales suponía verdadero peligro. Haciendo gala de sus tremenda pegada, Benzema hizo la pared con Jesé y el canario, en el 63, batía de nuevo a Asenjo con un suave toque cruzado.

Pero el Villarreal no estaba dispuesto a ceder. Cinco minutos después, Modric zancadilleó a Pereira en la línea de tres cuartos y Giovani, con un magnífico disparo directo con efecto, hacía subir el 3-2 al marcador. El partido era un verdadero correcalles, con un balón que circulaba rápido y de un lado a otro.

Los amarillos, que seguían por detrás en el marcador, mantenían sus líneas adelantadas. Y fue ahí donde el Real Madrid encontró una nueva oportunidad para hacer daño. En un rápida salida a la contra, Jesé centró al borde del área y Benzema, que llegaba desde la segunda línea, mandó el balón al fondo de la red con un disparo raso y pegado al palo que terminó por sentenciar el choque de manera definitiva.