Iborra aparca su renovación hasta junio

Los representantes del jugador le han comunicado al Levante que no quieren hablar de su renovación hasta que acabe la temporada

Rafa Carretero | 03 ENE. 2013 | 16:19

El año ha empezado con un jarro de agua fría en Orriols después de que Vicente Iborra haya comunicado oficialmente su decisión de aparcar su renovación hasta el próximo junio. Es lo que le trasladaron el miércoles los representantes del jugador a Quico Catalán y Manolo Salvador una vez que el club les hubiese apremiado a contestar a la propuesta que tienen sobre la mesa desde el 11 de diciembre y por la cual el de Moncada alargaría su vinculación como “icono del futuro” del Levante hasta 2018 con un sustancial aumento de su sueldo y de la cláusula de rescisión.

En realidad la respuesta no es un sí ni un no. Iborra le está muy agradecido al Levante, que continúa siendo su preferencia, por el esfuerzo que está dispuesto a hacer y que no ha hecho hasta la fecha por ningún otro jugador. Sin embargo, su postura es la de esperar y no la de jugar al gato y el ratón con contraofertas y una negociación. Hoy por hoy no tiene nada firmado ni apalabrado con otro club, tal y como sus agentes, Mario Parri y Fede Marco, comunicaron al club, pero su decisión de aparcar el tema es firme. La postura, además, no sólo está basada en criterios económicos, sino también deportivos, ya que el futbolista no oculta su deseo de continuar creciendo y poder firmar por un grande si llega a concretarse una oferta.

El Levante, por su parte, respeta pero no comparte la reacción de uno de sus actuales buques insignia. Al club, igual que al jugador, le preocupa que todo esto pueda pasarle factura, sobre todo de cara a la afición. Se trata, no obstante, de un riesgo que se veía venir desde que recibió la propuesta para blindar su contrato a mitad de temporada, lo que suponía un extra de presión para que la aceptase.

Con contrato hasta 2014, la cláusula de rescisión actual de Iborra es de 6 millones ampliables a 9 si llega a ser internacional. Una cantidad que según Quico Catalán es innegociable. Sin embargo, a partir de ya va a estar a la orden del día el riesgo de que el de Moncada pueda marcharse dentro de un año y medio sin dejar nada en las arcas del club. Una situación incómoda que, a la espera de lo que ocurra de aquí a final de campaña, los protagonistas están obligados a ir capeando como puedan.