La agenda navideña de Braulio Vázquez

El director deportivo debe arreglar el desastre de planificación deportiva

Nacho Ballester | 26 DIC. 2012 | 08:54

Braulio Vázquez tiene su agenda navideña planificada con bastantes deberes por delante y además de los complicados. El director deportivo del Valencia necesita mejorar la plantilla para que el equipo muestre su mejor nivel y, también, para limpiar él su imagen tras la pobre planificación deportiva.

El mal resultado (o no esperado) de los fichajes del pasado verano ha castigado mucho a un Braulio que preveía un año lleno de alegrías partido tras partido. Nada más lejos de la realidad. El fichaje de Aly Cissokho costó mucho en dinero y en tiempo y, de momento, ha sido un fracaso importante. Cerca de 7 millones de euros pagó el Valencia por el lateral francés que ha mostrado una falta de calidad importante, además del apartado disciplinario, donde tampoco ha cumplido. ¿Pasaría por alto ese detalle Braulio en las negociaciones? Mira que lo de Miguel estaba recientito...

La planificación falló en el lateral izquierdo también por la interminable lesión de Jeremy Mathieu. El francés lleva desde finales de Mayo tratando de recuperarse de una lesión que parece no tener fin. En muchas cosas me recuerda al caso de Vicente y su lesión de tobillo. Que me opero, que no, que me opero, que no... y así durante todo el verano. Es posible que la culpa sea tanto del jugador como de los servicios médicos, pero el que lo está pagando es el equipo y su afición. Braulio tiene anotados varios nombres de laterales zurdos (para llegar cedidos) en caso de que Mathieu no se recupere.

Otro de los puestos que debe mejorar el coordinador gallego es del de interior derecho. Este es el primer punto de su agenda y el único en el que debe actuar sí o sí. La marcha de Sofiane Feghouli a la Copa de África va a darle muchos problemas de cabeza a Ernesto Valverde. El txingurri confía en Jonathan Viera, o por lo menos lo está intentado desde su llegada hace pocas semanas. El futbolista canario está pasando una mala época de forma y de moral y eso se le nota excesivamente sobre el césped. Necesita continuidad y dar su mejor nivel. El Valencia y su entrenador no pueden depender ahora mismo de él.

Jonathan Viera

La absoluta necesidad de fichar a un interior diestro traerá problemas a la hora de negociar ya que el resto de clubes apretarán al Valencia y la economía de este no está para tirar cohetes. Braulio, como ya comentamos la semana pasada, ha tenido que cambiar varios de sus nombres desde el día de la destitución de Mauricio Pellegrino y la incorporación de Ernesto Valverde. En este cambio, el club perdió bastante dinero y la posibilidad de fichar mejor en el mercado invernal. Este es, sin duda, uno de los motivos principales por los que la afición pide la cabeza de Llorente y de Braulio. Fichar a un entrenador sin experiencia y darle dos años para después tirarlo a la primera de cambio es la peor gestión posible. Ahora tocará jugársela con un fichaje menor o totalmente desconocido y ‘rezar’ para que el asunto salga bien. En esta operación, el gallego podría jugarse el puesto, además de la credibilidad.

El último punto de la agenda navideña de Braulio es el referente al puesto de mediocentro y dependiendo absolutamente de lo que ocurre finalmente con Fernando Gago. Marcelo Lombilla comentó hace varios días en Argentina que ‘Gago estaba como loco por volver a Boca’ y ayer se comentaba en la prensa de Buenos Aires que Gago le había pedido a los dirigentes xeneizes un contrato de ochos años para retirarse ahí.

Fernando Gago

Si el centrocampista argentino saliese finalmente, algo que nadie desea en el Valencia, Braulio irá a por Tomás Pina en primer lugar porque el jugador del Real Mallorca ya le ha dado el sí. El club balear tampoco está en una buena situación económica, por lo que no tendrá mucho que ofrecerle al mediocentro español.

Esta será, más o menos, la agenda que tendrá Braulio Vázquez durante estos días navideños para el planeta en general, pero de mucho trabajo para los directores deportivos y los agentes de los futbolistas.