Orriols quiere seguir siendo maldito para Mou

El Levante no se arruga ante un Madrid negado en el coliseo granota

Rafa Carretero | 11 NOV. 2012 | 10:56

El Real Madrid dejó hace un tiempo de ser ese rival jaleado con simpatía por el levantinismo. Afortunadamente. Mourinho todavía no sabe lo que es ganar en el Ciutat de Valencia, ni siquiera marcar, y a partir de ahí se ha escrito un nuevo libro entre el club blanco y el Levante en el que saltan chispas. Los duelos entre granotas y merengues han estado plagados de tánganas y de tensión en los últimos tiempos.

Desde la época de Luis García, que motivó a los suyos con un supuesto menosprecio que había escuchado en el túnel de vestuarios, hasta la única victoria de la historia en Liga del Levante la campaña pasada de la mano de Koné. Todo eso pasando por el día en el que Sergio Ballesteros cogió de la pechera a Mou o aquel otro en el que estuvo a punto de hacerlo con Marcelo en las tripas del Bernabéu tras un doloroso 8-0, coronado con una perla como la de Di María a Juanlu: “No me toques la camiseta, que me la manchas”.

El de hoy es uno más de los nuevos duelos entre Levante y Real Madrid, alejado de las simpatías o las escaramuzas de Florentino Pérez con Quico Catalán. Y es que Floren, uno de los culpables de su auge en la Liga y la Federación, quiso fichar al presidente granota de director general apelando al sentimiento madridista de alguien criado en la capital al calor de los Santillana y compañía, con quienes convivió en la residencia donde su abuela alojaba a bastantes jugadores de Concha Espina.

Nunca el Real Madrid se había presentado en Orriols con las apuestas tan apretadas. El Levante se ha convertido por méritos propios en uno de los mejores equipos de España y salvo aquel desastre copero nunca le ha pasado por encima, al menos no sin antes haber sudado sangre en cada metro del campo. A favor de los de Mou juega esta noche (21.30), entre otras cosas, el mayor descanso de sus jugadores, ya que los de Juan Ignacio apenas han tenido 48 horas para preparar este partido. A favor del Levante, su fortaleza como local, la seguridad de su sistema defensivo y una racha inmaculada de resultados que contrasta con las dudas del Madrid en este arranque de curso.

No renuncia el Levante a dar la campanada una vez más ni a descreer de sus posibilidades en hacerlo. Los granotas saben, eso sí, que para el Madrid ya no es un campo cualquiera. “Seguro que nos tienen ganas después de lo del año pasado”, explicaba Barkero tras el empate europeo en Enschede. Aquel día, el del 1-0 con gol de Koné previo al histórico liderato levantinista, el Madrid se fue de Valencia con el morro caliente. Cuentan que a oscuras, en el autobús, Mou soltó una bronca a los suyos de la que Khedira, que había sido expulsado, salió muy mal parado. Enfado que, todo sea dicho, disparó al Madrid hacia el alirón.

Muchos alicientes, sin duda, como para que el encuentro de esta noche no se presuma como algo más que el duelo entre el equipo más rico y el segundo más pobre de Primera. Que se lo digan a Cristiano Ronaldo, víctima de Sergio Ballesteros en un sprint que dio la vuelta al mundo. Cierto que el portugués estaba ese día lesionado y que encima acababan de dejarle un recado, pero la imagen ya forma parte de la historia épica de un Levante que volverá a confiar en Martins en ataque para que haga de Koné y que delante tendrá a un rival que sin delantero centro nato por las bajas de Benzema e Higuain confiará en el portugués como punta de lanza. Uno de los mejores partidos de la Liga.