Iborra reconoce que la sintonía para su blindaje “es buena”

Manolo Salvador y sus agentes han vuelto a hablar hace unos días de su futuro

Rafa Carretero | 18 SEPT. 2012 | 17:29

“Las dos partes nos hemos puesto en contacto, pero lo que importa ahora es el equipo, el grupo. El club y nosotros no tenemos problema en ir de cara, vienen semanas complicadas y cuando lo creamos oportuno nos volveremos a sentar, la sintonía es muy buena". Así se refiere Vicente Iborra a la reunión que el pasado martes tuvieron sus agentes con Manolo Salvador con su posible blindaje como telón de fondo. Una posibilidad que encandila a todos pero no es una urgencia.

El pasado 23 de abril el Levante le transmitió oficialmente a sus representantes, Mario Parri y Fede Marco, una propuesta de intenciones para mejorarle el contrato. Habían quedado en retomar el tema una vez pasase el verano y el mercado de fichajes, pese a que la predisposición de ambas partes es tan buena que ni el Levante ni el jugador quieren que se convierta en un innecesario frente abierto que pueda desgastarlos.

A Iborra todavía le quedan dos años en vigor, hasta 2014. Quico Catalán ha reconocido en varias ocasiones su interés en plasmar un contrato de larga duración y convertirlo con todas las de la ley en su buque insignia. El club piensa en él para tomar el relevo de Sergio Ballesteros, aunque económicamente no es una operación fácil. Y es que hoy por hoy el de Moncada es ya uno de los jugadores mejor pagados y Quico mantiene intacta su política de no disparar el presupuesto.

El director deportivo granota no esconde que, finalizado el mercado estival, uno de sus grandes objetivos es atar a Iborra de por vida. O al menos garantizarse que seguirá en el equipo unas temporadas más y que cuando decida irse el club no se quede con las manos vacías. Sin embargo, es también consciente de que la decisión final no está en sus manos. Salvador ve en él a un jugador sin techo que continúa creciendo y que se le puede terminar escapando de las manos si no se da prisa.

El caballo de batalla es la cláusula de rescisión, fijada en seis millones tras el ascenso a Primera que serán nueve cuando debute con la selección absoluta. Del Bosque, que ya dejó caer algo cuando dio la lista para la Eurocopa, tiene buenos informes suyos y considera que por su perfil totalmente distinto al de los ‘jugones’ podría hacerle sitio como complemento. De ahí que el Levante aspire a arreglar su contrato antes de que suene todavía con más fuerza.

El Atlético sondeó su fichaje, pero se amedrentó con la cláusula después de que Quico dejara claro que era innegociable. El club también valora la buena relación con sus agentes, que ya en el verano de 2011 le informaron de la existencia de un club dispuesto a poner 4 millones encima de la mesa. Una sintonía que se presume clave en la posibilidad del blindaje, ya que un porcentaje de su ficha les pertenece.