El resultado no concuerda con la realidad y Emery sigue sin hacer autocritica

El 4-0 tapa las carencias del Valencia

Nacho Ballester | 03 MAY. 2012 | 10:17

El 4-0 que el Valencia le endosó anoche a Osasuna no ha hecho otra cosa que enmascarar las carencias del equipo de Unai Emery. Hasta el minuto 76 no se abrió la lata y luego llegaron los cuatro goles en prácticamente 10 minutos en los que el conjunto navarro estaba noqueado. Para nada los ches merecieron ese resultado por lo visto en el global del partido.

En la primera parte jugando once contra once, el Valencia no fue capaz de llevar ningún peligro a la meta rival ya que Roberto Soldado estaba fatal y además jugando con molestias en la zona de la espalda. Osasuna chutó dos veces a portería con mucho peligro, mientras que el Valencia sólo lo hizo una en un disparo flojo de Soldado a pase de Barragán. El equipo de Emery se atascó en cada ataque. La jugada clave fue la tonta expulsión que se buscó Lekic en su pique con Adil Rami.

Jose Luís Mendilíbar echó al equipo atrás dejando solamente a Nino en punta con la única intención de molestar al Valencia a la hora de crear las jugadas. Olía a tragedia en Mestalla como ya pasó con el Zaragoza por poner un ejemplo reciente. Para que Unai no piensa que solamente se le critica, también cabe destacar que el técnico cambió a Soldado (aunque fuese casi una sustitución por lesión) y también reaccionó cuando cambió a Mathieu por Piatti, siendo este el jugador clave del encuentro. El argentino se asoció a la perfección con Jordi Alba y el Valencia empezó a generar peligro por la banda izquierda de su ataque.

La realidad final que nos queda es que Unai Emery sigue defendiendo su discurso de "soy tercero, soy tercero, soy tercero" y con las derrotas de Málaga y Levante en la noche de ayer todo apunta a que así será salvo cagada monumental (perdón por la expresión) en los dos últimos encuentros ligueros ante Villarreal y Real Sociedad.

La rueda de prensa postpartido fue el fiel reflejo de que la prensa está ya esperando a que termine la temporada para olvidarse de un Unai Emery que les castigo indirectamente en su última comparecencia previa al choque ante Osasuna. Anoche sólo hubo un par de preguntas en la sala de prensa, algo que no había sucedido prácticamente en toda la temporada. Aún así cabe mencionar que Emery destacó el buen partido que habían hecho sin hablar de las carencias a la hora de generar ocasiones y de materializarlas. Otra vez, cero autocritica. Está visto que el guipuzcoano se marchará por la puerta de atrás, aunque muy feliz y celebrando su tercer puesto consecutivo en la Liga BBVA por todo lo alto.