El renacimiento de Valdo

El caboverdiano vuelve a Pamplona

Rafa Carretero | 28 OCT. 2011 | 10:51

Al borde la treintena, Valdo es uno de esos jugadores que como dice la canción de Los Secretos que suena en el Ciutat ha muerto y resucitado. En su segundo año de granota, el caboverdiano ha recuperado la chispa de sus mejores días y el próximo domingo se plantará en Pamplona, la que fue su casa, completamente rehabilitado.

Fue en el Osasuna donde, hasta ahora, había ofrecido su mejor versión. Tocó la Liga de Campeones, rozó la selección y se metió en la órbita de los grandes, aunque fue el Espanyol el que pagó por su fichaje. Internacional con la sub’21, sonó para la absoluta, aunque la alternativa nunca le llegó y con los años acabó enrolándose con Cabo Verde, el país de sus padres pese a que él nació en León.

Producto de la cantera del Real Madrid y con una infancia difícil a cuestas, Valdo deambuló sin pena ni gloria por Espanyol y Málaga hasta que lo rescató el Levante cuando estaba entrenándose en Barcelona sin ficha y en solitario. Sin apenas oposición en la banda derecha, el año pasado se erigió en titular, pero nunca se metió a la afición en el bolsillo. La grada le echaba en cara su frialdad y su tendencia al error continuado. El fichaje de El Zhar, de hecho, se hizo con la idea de sentarlo. "El objetivo era subir el nivel en la banda", explica Manolo Salvador, que decidió no renovar a Xisco Nadal y dar un salto de calidad.

Como en otras demarcaciones, la competencia ha sido mano de santo para él. Valdo no sólo se ha quedado en el once, sino que es uno de los mejores jugadores del equipo. Con nuevo look inspirado en el portugués Nani, al ‘Eddie Murphy’ granota lo ha tocado una varita mágica. Con una versión mejorada de sí mismo, vive sus mejores días como profesional y afronta la visita a la que fue su casa convertido en uno de los secretos del elogiado líder de la Liga española.