Huracán C.F.

Hoy me permito hablaros de Huracán CF, un proyecto diferente, un club de fútbol en estado puro, una idea concebida desde el cariño a un deporte y la creencia absoluta en una idea: las cosas en el fútbol se pueden hacer de una forma distinta y pueden funcionar.

Durante siete semanas, nuestro primero equipo, en el Grupo III de Segunda B, ha estado invicto. Incluso en varias jornadas, imbatido. No hemos sacado pecho, puesto que conocemos el fútbol, sabemos de sus trampas, y ese defecto es pecado mortal futbolero.

Este fin de semana, ante un buen equipo, veterano en la categoría, el Hospitalet, hemos perdido por primera vez. La sensación no es buena, desde luego. El amargo sabor de la derrota no gusta, ni aun sabiendo que eso puede pasar. Que es normal que ocurra, que forma parte del juego.

Quizá por ello, he escogido este momento para hablaros en primera persona, pero en nombre de un grupo de gente que ha renunciado a su vida personal, a horas de familia y amigos, a tiempo libre que podía dedicar a cualquier otra cosa, de este club, de este proyecto, de este sueño cada día más realidad.
Este grupo de amigos decidió que uno de nosotros fuera presidente, y me tocó a mí.

Como alguno dice, no es que no me guste, todo lo contrario, me encanta, pero este cargo podía recalar en cualquiera de nosotros. Ser presidente sólo es eso, un cargo, porque aquí todo el mundo se arremanga y trabaja, porque somos un club joven, con todo por hacer y el camino por andar.

Nos han llamado casi de todo, engendro, entre otras cosas. Pero lo hace gente que desconoce las interioridades, que le tiene miedo a lo nuevo, a lo desconocido. "No sé qué es, es malo". Demasiado simple para personas del siglo XXI. Huracán es una familia, es un club de fútbol, nada más. Y nada menos. Y que cada día crece y se asienta en la sociedad valenciana, por nuestra seriedad y nuestro hacer. Bueno o malo, con mil errores y algún acierto, pero con nuestro sello.

Hablan de nosotros como los "ricos". Y tiene gracia, porque en lugar de disfrutar con nuestras familias, se invierte aquí el capital más preciado: el tiempo. Para Huracán trabaja mucha gente, y se da cabida a unos niños en categorías de fútbol base que, si no existiera el club, en Valencia, no se podría dar. Recibir palos por eso es curioso más que dañino. 140 chavales dan fe de ello. Tres juveniles, uno en división de honor, dos en primera, un cadete y un infantil en Autonómico y otro cadete y otro infantil en primera son nuestros activos. Más un filial como el Manises CF, con casi 20 equipos más. Casi 500 niños juegan al fútbol. Nada más… y nada menos.

Hay gente que esperaba una derrota de nuestro primer equipo. ¿Sabéis qué? Nosotros, empezando por nuestro entrenador Nico Estévez, y terminando por nuestro jefe de material, Carlos Arance, también. Antes o después iba a llegar. Y nuestro estado es como antes de perder: un plan y un objetivo claro contra viento y marea.

Os invito a que vengáis a Manises, a que veáis lo que hay allí, a disfrutar de un día de partido del primer equipo. A ver cómo se construye un club que puede ser el de todos, porque sólo tiene una bandera, la del fútbol. Y un propósito, hacer bien las cosas. ¿Qué nos equivocamos? Hombre, por supuesto. ¿Hay alguien que no lo haga? Lo que es seguro es que no haciendo nada, no cometeríamos ningún error.

No pretendo, pretendemos, convencer a nadie de nada. Sólo invitaros a conocer, a poder juzgar y valorar en primera persona, que es como las opiniones tienen mucho más fundamento. Si venís, os vais a enganchar. ¡Estáis avisados!