Unos números de impresión
El sistema defensivo, de diez
Si por algo está destacando el Levante es por el rendimiento de su sistema defensivo. Los space cowboys están de moda en la Liga. Jugadores como Ballesteros, Juanfran o Javi Venta, entre 35 y 36 años, forman la zaga más efectiva de la Liga en compañía de otros treintañeros como Nano, Del Horno o un Munúa que con tres goles encajados es el portero menos goleado de Primera, igualado con el sevillista Javi Varas. Alrededor de un inconmensurable Ballesteros orbita una auténtica muralla.
Los números cantan. El cuerpo técnico está especialmente satisfecho con una estadística que dice que en seis partidos el equipo ha recibido 83 remates a puerta, por lo que el porcentaje de acierto defensivo al haber encajado sólo tres goles es del 96 por ciento. La mayoría de los tiros son desde larga distancia debido a que para los rivales es imposible penetrar en el área granota. Munúa promedia tres paradas por jornada y acumula 19 intervenciones claves para evita goles en lo que va de campeonato.
Pese a que los elogios son para la defensa, lo cierto es que Juan Ignacio tiene claro que el mérito es de todo el bloque, con especial mención para las ayudas de los mediocentros. En el Levante corren todos y eso se nota. El técnico había avisado en verano de que su filosofía de tener el balón y practicar un juego más elaborado y menos directo que el de Luis García no estaba reñida con una defensa aguerrida e intensa y así se ha demostrado.
El Levante intenta jugar el balón y elaborar, aunque sólo el Racing tiene menos posesión. Un fútbol rápido de contra y la orden de tratar de jugar desde atrás definen a un equipo capaz de generar oportunidades de la nada y que renuncia al balón en campo propio pero no en el contrario. Defensa férrea y ataque de latigazos. He ahí la fórmula del éxito para el colíder de Primera.