Un líder de leyenda

El Levante escribió ayer el capítulo más sublime de su historia tras liderar durante unas horas en solitario la clasificación de Primera. Un gol del exbético Juanlu en el Benito Villamarín, donde los granotas volvieron a dar una exhibición de oficio, aupó al equipo a la cabeza de la tabla, compartida ahora con el Barcelona. Ambos tienen los mismos puntos pese a la diferencia de más de 400 millones de presupuesto. Nunca en sus más de cien años de vida había encadenado el Levante cuatro triunfos seguidos. No hay techo para un equipo que está pulverizando sus registros y aumentando la leyenda del grupo más humilde de Primera, un ejemplo para el mundo del fútbol.

No hay duda de que la revelación de la Liga tiene nombre propio. Los de Juan Ignacio Martínez se mantienen invictos con unas sensaciones de película. En Sevilla, al son de Ballesteros y con dos ex como Nano y Juanlu con sed de venganza, el Levante apaisó a un Betis que vendió la piel del oso antes de cazarlo y se fue con el rabo entre las piernas. Bromeó el speaker llamando al conductor del autobús granota para que se personara en el vestuario, pero lo cierto es que la tarde, de un calor agobiante, no terminó precisamente entre bromas para los locales, que se vieron impotentes.

Se trata de un sueño para el Levante, que aun así tiene los pies en el suelo y es consciente de que su realidad es pelear por la permanencia. Conseguir cuanto antes los 40 puntos que prácticamente certificarían el objetivo es una auténtica obsesión. Sin embargo, pese a evitar los alardes, es momento de disfrutar. El equipo se dio un baño de masas nada más aterrizar en Manises y fue recibido en el Ciutat por varios centenares de seguidores que acudieron a la llamada hecha desde las redes sociales.