Quico Catalán, a la defensiva

Quico Catalán está pasando sus peores días. Su doble posición como presidente del Levante y vicepresidente lo ha puesto en una posición complicada. En especial, su postura férrea de cobrar un canon a las radios, algo que le pasa ya factura en Orriols y fue motivo de disputa en Getafe, donde se enfrentó con varios periodistas.

“Yo no estoy hipotecando a mi club por la vicepresidencia de la LFP”, explicó, “un cargo representativo y no de gestión. Al revés, estoy hipotecando mi vida personal por mi club. Soy el mismo Quico de siempre, no he cambiado”, dijo
públicamente ante los ataques recibidos.

Un discurso a la defensiva en un momento en el que su popularidad está bastante tocada y en el que se le ha acumulado la faena. Lo cierto es que al frente del Levante sus últimas semanas están plagadas de errores: olvidó el transfer de Cabral, sólo fue capaz de rescindir a Sergio a última hora y pagándole todo el contrato, y se ha tragado a dos jugadores con los que los técnicos no contaban, tres incluso si a Jordà y Mateu se les añade Welli. ¿Le dedicó menos tiempo a su club del que debía? En su entorno cuentan que sí y que está preparando una tourné por varios medios para intentar lavar su imagen en momento personal también bajo.