Todo pasa por lo que diga Peter Lim... ¿y Jorge Mendes?
El máximo accionista del club tiene toda su confianza depositada en el agente portugués, que también puede negociar la venta del club
Toni Hernández
Periodista deportivo desde 1996. Si no respetas, no te pueden respetar.
Que el Valencia sea comprado por un fondo de inversión
No hay valencianos que pongan el dinero sino valencianos que lo traen, y eso tiene unas reglas del juego que desde luego se deben conocer
La oferta "valenciana" para comprar el Valencia de 240 millones ya "tiene caras"
Dinero de un fondo americano, gente de la tierra, ideas claras sobre el futuro... tal y como contamos en esta web la semana pasada
Un final de Peter Lim en el Valencia “muy Meriton”
Que el máximo accionista salga por completo de escena es algo de lo que llevamos hablando mucho tiempo... y que a corto plazo no parece que vaya a darse
Respeto máximo a quien quiera poner dinero para comprar el Valencia
Nadie debe exigir la procedencia o filiación de quien se interese por comprar "nuestra" empresa, sino una gestión que sea profesional y depare éxitos
Valencianos comprando el Valencia con dinero de fuera
La diferencia entre gente anónima que quiere "marear" y los que de verdad quieren trabajar es abismal, aunque parece que se desmienta todo
Jorge Mendes “seguirá” en el Valencia: y eso, me van a perdonar, no es malo
Para todos aquellos que le siguen viendo como si fuera el demonio mucho me temo que les espera más tiempo de verlo por estos lares
Usar la figura de Juan Roig para hablar de una compra del Valencia ha sido deleznable
Mucho me temo, por dresgracia para todos, que era humo, y del malo, y que se ha querido jugar a algo con una persona que no lo merece por muchas cosas
"Peter Lim no va a escuchar ofertas por el Valencia"
El diario AS ha podido hablar con Tunku Ismail, que ha reconocido sus negocaciones con el máximo accionista del club, aunque ahora mismo están paradas
“Si no piensas lo que yo te digo no eres del Valencia” y otros tipos de tolerancia
Debemos erradicar eso de los guardianes de la moral que dictan lo que está bien y lo que está mal, porque no son nadie para hacerlo