Soluciones al Valencia de Peter Lim
Criticarlo hasta la saciedad es correcto, y merecido, pero nos enrocamos en no poner encima de la mesa alternativas que se puedan dar
Criticarlo hasta la saciedad es correcto, y merecido, pero nos enrocamos en no poner encima de la mesa alternativas que se puedan dar
Nadie sabe qué va a pasar mañana, mucho menos en junio, y eso es algo que es inconcebible con el fútbol profesional
Damos por hechas muchas cosas, demasiadas, y eso nos impide ver algunos de los problemas más serios que tenemos delante
Que estemos instando a CaixaBank o a los políticos a ejercer presiones me parece una locura muy peligrosa
Lo que tiene en la cabeza el máximo accionista sólo lo sabe él, y no tengo siquiera claro que sea lo mismo cada día de la semana
Suenan cosas, de aquí y de allá, y la experiencia me dice que, cuando se quieren hacer estas cosas, no lo sabe nadie
Insistimos mucho en la afectación a su estatus reputacional, pero por más tiempo y cosas que pasan, empiezo a tener dudas razonables al respecto
El Valencia siempre fue un club acostumbrado a las guerras sociales, pero en solo una década el escenario se ha vuelto irreconocible
La prioridad es la de salvar al Valencia del descenso, pero este objetivo no debe alejarnos de una visión crítica que reconozca la deriva del club
Es algo poco probable, pero si llegara a suceder, ¿estaríamos preparados para poder asumir un reto como ese?