Años de insultos para que ahora tengamos clara la solución del Valencia

La solución a los problemas del Valencia siempre ha sido la misma: que alguien le compre a Peter Lim. Algunos nos hemos tirado años diciéndolo, pero éramos unos blanqueadores, unos mamadores, unos meritoners, unos vendidos, unos colaboracionistas... Y así hasta que queramos, porque la gama de insultos ha sido amplia en este tiempo, siempre desde los mismos sectores, esos que han ahora se acaban de caer del árbol.

La verdad que la situación es una mezcla de vergüena ajena y cabreo absoluto, porque lo han tenido todo el tiempo delante, pero era mejor decir barbaridades, argumentar estupideces y señalar a todo aquel que no seguía determinada corriente de opinión, porque así había culpables de todo a mano, a los que poder insultar como más cerca. Han quedado todos más que retratados, todos, aunque ahora viene encima la parte graciosa de todo.

Porque igual que muchos le abrieron la puerta a Lim y ahora se la quieren cerrar, después de negar que la venta es la única solución, ahora querrán liderar ese proceso, que a algún comunicados que vive anclado hace 20 años ya le he visto mensajes al respecto. Cuando uno cambia de chaqueta más que de calzonillos, lo normal es que acabe socavando su credibilidad, aunque en el mundo en el que vivimos, ya nada me parece extraño.