El Valencia ganó su último partido en Mestalla hará justo mañana 3 meses. Bien es cierto que se dio el parón por el Mundial, pero si aquel 10 de noviembre, bajo la lluvia, después del 3-0 al Betis, nos dicen cómo iba a estar el patio pasado ese tiempo, ni el más pesimista de todos nosotros, entiendo, podría haber creído que fuera así.
El Valencia debe ganar a la Real para no meternos en problemas… de entorno. Percibo mucha necesidad de sangre, que ya me pueden decir que no, pero es algo que se palpa si tienes un mínimo de conocimiento de todo lo que nos rodea.
Que el Valencia gane un gran partido en Mestalla, con el campo lleno y el valencianismo volcado. Hace mucho tiempo que eso no pasa, por muchas circunstancias. Hay que irse a febrero de 2020, poco antes de la maldita pandemia, y también en un Valencia - Barcelona, que acabó con victoria nuestra por 2-0… los dos goles obra de Maxi Gómez. Con esos datos, normal que fuera un partido “mascado”.
Que el Valencia gane siempre es bueno, pero hay veces que es más que necesario. Y hoy es una de ellas. Primero porque se juega en casa, que ya hace que no nos llevamos una alegría. Segundo porque es el último partido que va a jugar el equipo ante su gente en 2022 (el siguiente encuentro en casa será en enero del 23 ante el Cádiz). Y tercero porque el parón por el Mundial se va a hacer largo en cualquier caso, con lo que mucho mejor si cerramos esta primera parte del curso ganando.
¿Y cómo le gana el Valencia de Gattuso al Barcelona de Xavi? La broma típica y tópica es marcando más goles, que eso ya es un buen plan sin entrar en detalles, pero está claro que contra este gente vamos a tener que estar muy bien, hacer muchas cosas casi perfectas, y sobre todo, no cometer errores que sean, vamos a llamarlo así, evitables.
Que sea normal ver al Valencia ganar en campos "grandes". Desde que acabó la temporada 18/19, y quitando los triunfos contra el Chelsea y el Ajax de la Champions del año siguiente, que el equipo salga con botín de determinados estadios se ha vuelto poco menos que una quimera. La racha que llevamos estas 3 temporadas, la cuarta con la que llevamos en curso, es poco menos que para echarse a temblar. Y es algo con lo que tenemos que terminar de una vez.
Ganar lleva a ganar, y el Valencia, lo sabe. 26 de febrero, Palma de Mallorca. El equipo de Bordalás llega a Son Moix después de 7 jornadas seguidas sin conocer la victoria, y a días de jugarse el pase a la final de la Copa del Rey contra el Athletic de Bilbao. Partido feo, aburrido, de cambiar de canal si no eres valencianista, pero 0-1 con golazo de Paulista, 3 puntos al bolsillo, y regreso para casa con una cara muy distinta al viaje de ida.
No voy a parar de insistir en un tema que es evidente: la mejor forma de ganar la Copa es que el Valencia siga ganando partidos de Liga. Lo vimos de forma clara en la pasada ronda. Ganamos en Mallorca, que hacía falta como el respirar, y el centro ante el Athletic se afrontó de otra forma.
El Valencia ganó su último partido en Mestalla hará justo mañana 3 meses. Bien es cierto que se dio el parón por el Mundial, pero si aquel 10 de noviembre, bajo la lluvia, después del 3-0 al Betis, nos dicen cómo iba a estar el patio pasado ese tiempo, ni el más pesimista de todos nosotros, entiendo, podría haber creído que fuera así.
Que el Valencia gane siempre es bueno, pero hay veces que es más que necesario. Y hoy es una de ellas. Primero porque se juega en casa, que ya hace que no nos llevamos una alegría. Segundo porque es el último partido que va a jugar el equipo ante su gente en 2022 (el siguiente encuentro en casa será en enero del 23 ante el Cádiz). Y tercero porque el parón por el Mundial se va a hacer largo en cualquier caso, con lo que mucho mejor si cerramos esta primera parte del curso ganando.
El Valencia debe ganar a la Real para no meternos en problemas… de entorno. Percibo mucha necesidad de sangre, que ya me pueden decir que no, pero es algo que se palpa si tienes un mínimo de conocimiento de todo lo que nos rodea.
¿Y cómo le gana el Valencia de Gattuso al Barcelona de Xavi? La broma típica y tópica es marcando más goles, que eso ya es un buen plan sin entrar en detalles, pero está claro que contra este gente vamos a tener que estar muy bien, hacer muchas cosas casi perfectas, y sobre todo, no cometer errores que sean, vamos a llamarlo así, evitables.
Que el Valencia gane un gran partido en Mestalla, con el campo lleno y el valencianismo volcado. Hace mucho tiempo que eso no pasa, por muchas circunstancias. Hay que irse a febrero de 2020, poco antes de la maldita pandemia, y también en un Valencia - Barcelona, que acabó con victoria nuestra por 2-0… los dos goles obra de Maxi Gómez. Con esos datos, normal que fuera un partido “mascado”.
Que sea normal ver al Valencia ganar en campos "grandes". Desde que acabó la temporada 18/19, y quitando los triunfos contra el Chelsea y el Ajax de la Champions del año siguiente, que el equipo salga con botín de determinados estadios se ha vuelto poco menos que una quimera. La racha que llevamos estas 3 temporadas, la cuarta con la que llevamos en curso, es poco menos que para echarse a temblar. Y es algo con lo que tenemos que terminar de una vez.
Ganar lleva a ganar, y el Valencia, lo sabe. 26 de febrero, Palma de Mallorca. El equipo de Bordalás llega a Son Moix después de 7 jornadas seguidas sin conocer la victoria, y a días de jugarse el pase a la final de la Copa del Rey contra el Athletic de Bilbao. Partido feo, aburrido, de cambiar de canal si no eres valencianista, pero 0-1 con golazo de Paulista, 3 puntos al bolsillo, y regreso para casa con una cara muy distinta al viaje de ida.
No voy a parar de insistir en un tema que es evidente: la mejor forma de ganar la Copa es que el Valencia siga ganando partidos de Liga. Lo vimos de forma clara en la pasada ronda. Ganamos en Mallorca, que hacía falta como el respirar, y el centro ante el Athletic se afrontó de otra forma.