La lista negra del Valencia. Porque tenemos una lista negra, ¿no? Porque sería absolutamente marciano que no se tuvieran claros los cambios que hacen falta, y sólo hablo de la parte deportiva, y que simplemente se estuviera esperando a estar salvados para anunciarlos y ejecutarlos. No me podría entrar en la cabeza que ese disparate se fuera a cometer con todo lo que ha ocurrido esta campaña a todos los niveles, porque ha sido más que un aviso.
“Ningún jugador del Valencia me ha dicho que quiera abandonar la plantilla en estos momentos”. La frase es de José Bordalás, el entrenador del equipo, el pasado miércoles, en la previa del partido de Copa del Rey contra el Utrillas. Era 1 de diciembre, mes en el que arranca la recta final para el mercado de fichajes de invierno, y está claro que es el momento en el que todo el mundo toma posiciones.
El Valencia tiene 4 jugadores que terminan contrato con el club de Mestalla el 30 de junio de 2022 y que, si no hay nada extraño, no van a renovar su vinculación.
La lista negra del Valencia de cara al mercado de invierno 2022 es un tema muy serio. Y lo es porque los deberes no se pudieron hacer el pasado verano por la negativa de muchos jugadores a salir, algunos incluso con todo arreglado con los clubes de destino. En esta primera mitad del año se ha visto quién cuenta y quién no, y quién lo hace cuando simplemente no hay más remedio porque no quedan más efectivos.
Hay jugadores que no tienen sitio en el Valencia de José Bordalás. Y no hablo de los que jueguen muy poco o nunca, sino incluso de otros que están en la plantilla, que tienen muchos minutos, pero que pasado ya más de un tercio del curso, es obvio que, por sus características de juego y la forma de ver el fútbol que tiene el técnico alicantino, les cuesta mucho asumir el rol que el sistema precisa.
El Valencia necesita cerrar ventas en este mercado de invierno por un lado, y quitarse jugadores que no cuentan por otro. El objetivo no es otro que aligerar la carga en la masa salarial de la plantilla para poder acometer los dos fichajes que le faltan al equipo en este momento, es decir, otro central que sea de la total confianza de José NBordalás por un lado, y un mediocentro defensivo con oficio.
La lista negra del Valencia para el mercado de invierno 2022 es casi igual a la del verano de 2021. Porque no se ha ido casi nadie, a excepción de Rubén Sobrino y de Jorge Sáenz (que de hecho no ha estado físicamente nunca), y por lo tanto, determinados jugadores tienen claro lo que les espera, a no ser que el fútbol haga uno de esos guiños que nos dejan a todos completamente descolocados.
La operación salida del Valencia de Bordalás no ha concluido, ni mucho menos. Gameiro y Mangala fueron los primeros, ya que terminaban contrato y estaba cansado, y a ellos se les unió Jorge Sáenz, que necesitaba un sitio donde jugar después de dos años absurdos tirados a la basura en el Celta de Vigo.
La lista negra del Valencia. Porque tenemos una lista negra, ¿no? Porque sería absolutamente marciano que no se tuvieran claros los cambios que hacen falta, y sólo hablo de la parte deportiva, y que simplemente se estuviera esperando a estar salvados para anunciarlos y ejecutarlos. No me podría entrar en la cabeza que ese disparate se fuera a cometer con todo lo que ha ocurrido esta campaña a todos los niveles, porque ha sido más que un aviso.
La lista negra del Valencia de cara al mercado de invierno 2022 es un tema muy serio. Y lo es porque los deberes no se pudieron hacer el pasado verano por la negativa de muchos jugadores a salir, algunos incluso con todo arreglado con los clubes de destino. En esta primera mitad del año se ha visto quién cuenta y quién no, y quién lo hace cuando simplemente no hay más remedio porque no quedan más efectivos.
“Ningún jugador del Valencia me ha dicho que quiera abandonar la plantilla en estos momentos”. La frase es de José Bordalás, el entrenador del equipo, el pasado miércoles, en la previa del partido de Copa del Rey contra el Utrillas. Era 1 de diciembre, mes en el que arranca la recta final para el mercado de fichajes de invierno, y está claro que es el momento en el que todo el mundo toma posiciones.
Hay jugadores que no tienen sitio en el Valencia de José Bordalás. Y no hablo de los que jueguen muy poco o nunca, sino incluso de otros que están en la plantilla, que tienen muchos minutos, pero que pasado ya más de un tercio del curso, es obvio que, por sus características de juego y la forma de ver el fútbol que tiene el técnico alicantino, les cuesta mucho asumir el rol que el sistema precisa.
El Valencia tiene 4 jugadores que terminan contrato con el club de Mestalla el 30 de junio de 2022 y que, si no hay nada extraño, no van a renovar su vinculación.
El Valencia necesita cerrar ventas en este mercado de invierno por un lado, y quitarse jugadores que no cuentan por otro. El objetivo no es otro que aligerar la carga en la masa salarial de la plantilla para poder acometer los dos fichajes que le faltan al equipo en este momento, es decir, otro central que sea de la total confianza de José NBordalás por un lado, y un mediocentro defensivo con oficio.
La lista negra del Valencia para el mercado de invierno 2022 es casi igual a la del verano de 2021. Porque no se ha ido casi nadie, a excepción de Rubén Sobrino y de Jorge Sáenz (que de hecho no ha estado físicamente nunca), y por lo tanto, determinados jugadores tienen claro lo que les espera, a no ser que el fútbol haga uno de esos guiños que nos dejan a todos completamente descolocados.
La operación salida del Valencia de Bordalás no ha concluido, ni mucho menos. Gameiro y Mangala fueron los primeros, ya que terminaban contrato y estaba cansado, y a ellos se les unió Jorge Sáenz, que necesitaba un sitio donde jugar después de dos años absurdos tirados a la basura en el Celta de Vigo.