¿Quién se quiere ir del Valencia en enero?

Si no hay hueco salarial para poder inscribir jugadores, todos debemos tener claro que no habrá fichajes, por lo que la labor sigue siendo doble

Toni Hernández | 10 DIC. 2021 | 08:30
José Bordalás

“Ningún jugador del Valencia me ha dicho que quiera abandonar la plantilla en estos momentos”. La frase es de José Bordalás, el entrenador del equipo, el pasado miércoles, en la previa del partido de Copa del Rey contra el Utrillas. Era 1 de diciembre, mes en el que arranca la recta final para el mercado de fichajes de invierno, y está claro que es el momento en el que todo el mundo toma posiciones. A nadie escapa que hay una serie de jugadores que no cuentan nada para el técnico alicantino, y que si tiene minutos es porque ha habido lesiones, o se ha jugado la Copa. Ya en verano sabían que no contaban, y hasta hubo casos de futbolistas que estaban fuera pero cambiaron de opinión casi en el último momento. La situación de varios de ellos sigue siendo la misma, o es incluso más delicada, pero como dice el mister, “nadie me ha pedido salir”. Y eso, de entrada, es un problema muy grave por una serie de cuestiones que no pueden escapar a nadie, y no hace falta entrar en nombres propios. Si tienen contrato, que normalmente en este club suelen estar por encima de la media de lo que se paga en la Liga, ir a un sitio que objetivamente sea peor, y en el que incluso quepa la posibilidad de cobrar menos, es un escenario que no va a contemplar nadie. Hay muchos jugadores que termina contrato el 30 de junio en esta plantilla (Wass, Piccini, Cheryshev, Álex Blanco y Jason), y lo normal es que ninguno de ellos siga. Y lo que parece, casi con total probabilidad, es que ninguno tiene la menor intención de irse en esta ventana. Ponemos ese ejemplo, pero no hay que criminalizar a nadie, porque al fin y al cabo, sólo están cumpliendo un contrato que se les firmó en su día. Eso sí, como no se vaya nadie, que el Valencia pueda inscribir nuevos jugadores es totalmente imposible… a no ser que Peter Lim inyecte dinero, claro.