Septiembre, el mes que marcará el rumbo del Valencia

El Valencia afronta un mes de septiembre que puede ser decisivo para calibrar las verdaderas aspiraciones del proyecto de Carlos Corberán. Tras un inicio de curso irregular pero con señales de crecimiento, el calendario aprieta y plantea partidos de máxima exigencia que pondrán a prueba la solidez del grupo.

La primera parada, el 14 de septiembre ante el Barcelona, supone un examen de élite. Más allá del resultado, lo importante será medir la capacidad del equipo para competir en escenarios de máxima dificultad y mantener la identidad frente a un rival que exige concentración total. Un buen papel en ese duelo reforzaría la confianza y daría crédito al trabajo colectivo. El siguiente reto será en Mestalla contra el Athletic Club, un rival directo en la lucha por plazas europeas si se hace un buen curso. El encuentro se presenta como un termómetro fiable: el Valencia necesita hacerse fuerte en casa, y la visita de un Athletic intenso y físico es la oportunidad perfecta para demostrarlo.

Solo unos días después, llegará la visita al Espanyol. En un campo siempre incómodo, la clave estará en gestionar el esfuerzo y no dejar escapar puntos en las primeras salidas. El mes se cerrará en Mestalla frente al Real Oviedo, un recién llegado a Primera que no se puede subestimar. Ahí se exigirá madurez: convertir la superioridad en victoria sin caer en la relajación.

En total, cuatro partidos en 15 días que marcarán el camino. Si el Valencia logra mantener la línea mostrada ante el Getafe y suma con regularidad, podrá mirar hacia arriba con ambición. De lo contrario, las dudas podrían reaparecer pronto. Septiembre no decidirá la temporada, pero sí puede definir el tono del proyecto.