La asquerosa sensación de que cierto sector del entorno del Valencia no quiere que las cosas vayan bien
Ese cansino sí pero no, ese amagar con que "ojalá vaya bien, pero", y un peso muerto insoportable que es viejo y amargo

No logro quitarme de encima la sensación de que hay un sector del entorno del Valencia que prefiere que todo vaya mal. Que Peter Lim siga cometiendo tropelías deportivas con nuestro club y que no levantemos cabeza en la vida. Y es algo muy incómodo, muy asqueroso, muy que no entiendo.
Lo he dicho varias veces y lo vuelvo a repetir, hemos desarrollado una especie de Síndrome de Estocolmo que nos tiene enmontados de nuestro malo de la película, y aunque decimos odiarle con todas nuestras fuerzas, tenemos pánico a que se vaya.
Y es que eso no puede ser, porque volvemos a lo de siempre, Meriton es una cosa y el Valencia otra, pero eso no conviene para el relato, que por desgracia, sigue en plena vigencia. Las cosas están cambiando, ni al ritmo ni al volumen que queremos, pero están cambiando.
¿Para vender? Pues en el corto plazo no, eso ya lo podemos dar por sentado, pero sí seguramente para que cuando sea, que será, Lim gane mucho dinero con la operación. ¿Eso es malo?
Para nosotros no, porque si él consigue una plusvalía gigante con la venta de sus acciones sólo podrá ser por dos cosas: o bien alguien se habrá vuelto loco, y en esto del fútbol eso ya no pasa, o el club se habrá puesto en valor y lo tendremos en las condiciones de poder pedir una barbaridad por tener más del 90% de las acciones. Y eso, ya lo podemos dar vueltas al nano, no es malo.