Lo fácil que jugamos con la dignidad ajena en el entorno del Valencia

Es algo que da mucha pena, y también mucho asco, y que se sigue dando como si tal cosa, simplemente cambiando los nombres

Toni Hernández | 06 AGO. 2025 | 00:02
Carlos Corberán

"Si tuviera dignidad, tendría que dimitir como lo que sea del Valencia". Digo "como lo que sea" porque esta máxima marciana se aplica a cualquiera, da igual el puesto o responsabilidad, y siempre viene de parte de gente que no se juega nada en el envite, que llena la nevera de otro modo y que se pasa el día dando clases de cómo hacer las cosas, que claro, no son las suyas ni tiene ningún tipo de incidencia en su vida, pero de ninguna clase.

Y lo hacen siempre, de modo descontrolado, simplemente cambiando los nombres, aunque claro, siempre de manera selectiva, siempre. Porque Corberán debe dimitir porque no pone a parir a la propiedad, los embajadores del club lo mismo, cualquiera que trabaja en el Valencia es un esclavo de Meriton, pero si mañana renueva Javi Guerra, por ejemplo, y que tiene toda la pinta, vamos a querer ponerle una estatua en la plaza de la afición.

Esa manera de pensar, de acusar, de señalar con el dedo, de incluso perseguir a gente por la calle y en redes sociales, que de todo hemos visto en estos años, nos perjudica como institución de una forma que no llegamos a entender, y hacer que Lim siga cada vez más cómodo en su sillón, del que no le mueve nadie porque nosotros nos dedicamos a hacer el indio cuando el problema nos supera de una forma que, de nuevo, no llegamos a asimilar.