La situación real del Valencia sin miedos ni complejos
Decir cómo son y cómo están las cosas es algo que tiene ser natural, porque al aficionado hay que respetarlo por encima de todo

El Valencia ahora mismo no es uno de los clubes más potentes de este país, va a tener problemas para fichar a los jugadores que quiera, siempre pensando en primeras espadas, y, nos duela más o menos, no dejamos de ser clase media de la Liga, con todo lo que eso conlleva.
Y eso va a ser así mientras Peter Lim siga siendo el dueño, o como poco, hasta que vendamos las parcelas y terminemos el Nuevo Mestalla, que será poco en dos años, y ese puede ser el tiempo que tarde Meriton en, de verdad, escuchar ofertas por su paquete accionarial.
¿Que parecemos el Getafe, por poner un ejemplo? Sí, parecemos el Getafe, o cualquiera que sea similar. Y sí, desde luego que es una bofetada en la cara con la mano abierta, la culpa es del señor Lim y de quien lo trajo aquí sin obligarle a firmar muchas cosas y, fiándolo largo, a todos los que contribuimos, de una forma u otra, a que el Valencia no fuera de los valencianos.
Y decir las cosas como son no es faltar a nadie, porque al final, si decidimos vivir engañados, pensando que somos el Valencia “de toda la vida”, que podemos acceder a jugadores TOP, que vamos a renovar a quien queramos por lo que queramos, el batacazo va a ser similar al de bajar a Segunda, que Dios quiera que no se vuelva a dar nunca en la vida.
Me cabrea mucho estar como estamos, pero me cabrea lo mismo comparar peras con mangas y meternos nosotros mismos una presión que no tiene sentido alguno. Que es una mierda, lo digo otra vez, pero eso no significa que deje de serlo. Y nuestra misión, y obligación, como aficionados de este club, es mantenerlo con vida hasta el día que todo cambie. Que lo hará.