El enésimo intento de dar un paso hacia adelante en el Valencia
Entre el acuerdo con Goldman y la sombra de la venta, Mestalla sigue esperando hechos y el entrenador fichajes

Una década después de la llegada de Meriton Holdings al Valencia CF, el club vuelve a situarse en una encrucijada que ya resulta familiar: la de intentar dar un paso hacia adelante sin tener claro si hay suelo firme. La llegada de Ron Gourlay como CEO, el acuerdo financiero con Goldman Sachs para mantener el flujo operativo y los primeros gestos de profesionalización parecen apuntar a una voluntad de reconstrucción. Pero el valencianismo ya no se deja llevar por impulsos, la experiencia ha enseñado a desconfiar.
Este nuevo intento de reorganizar la estructura deportiva llega tras una temporada complicada, salvada gracias a la irrupción de los jóvenes y al trabajo de Carlos Corberán. El técnico de Cheste ha sido claro: no quiere proyectos a medias ni plantillas construidas a última hora. El problema es que los plazos del fútbol no siempre casan con los ritmos de Singapur.
En paralelo, el club intenta renovar a su núcleo joven (Mosquera, Guerra, Diego López), planificar fichajes que se ajusten a un sistema más estructurado, y lanzar una campaña social que recupere algo de fe. Todo en medio de un contexto de mercado tenso, sin liquidez y con la sombra siempre presente de una posible venta del club, nunca confirmada pero siempre insinuada desde distintos frentes.
El acuerdo con Goldman permite respirar a corto plazo, pero no resuelve el conflicto de fondo: la desconexión emocional con una propiedad ausente y una gestión errática durante años. Por eso, aunque los primeros pasos parezcan sensatos, lo cierto es que siguen sin aterrizar fichajes y la desconfianza marca el día a día.