Cuando en el entorno del Valencia no hay alternativas, sólo negatividad
Cuando todo siempre está mal, incluso se ha criticado que se hiciera cuando se defendía lo contrario, hay que hacérselo mirar

Era una vergüenza no acabar el Nuevo Mestalla hasta estuvo claro que se acababa y la vergüenza era terminarlo. Era imposible que nos dieran 550 millones hasta que nos los han dado, y ahora es que nos llevan a la ruina. El Valencia del “cuanto peor, mejor”. Llevo diciendo semanas que esto es lo de Gata Flora, que alguno se cabrea, pero es que no encuentro ejemplo más explícito para definir lo que pasa en este querido entorno nuestro.
Me parece bochornoso ver algunas cosas, por parte de personajes perfectamente identificados, que ha llegado el punto en el que no saben ni lo que quieren, porque en cosa de un año han cambiado 180 grados sus peticiones, y claro, al final el personal se da cuenta de los bandazos y no le hace ninguna gracia. Y no admiten tampoco que se les expliquen las cosas, porque si no es lo que ellos quieren escuchar, ya no vale ni para mal ejemplo.
Y esa negatividad, ese todomalismo, la palabra que tanto les molesta pero que no paran de hacer honor ella, los define, y no está bien. Al final nos merecemos un Valencia mejor, desde luego no este que llevamos sufriendo varios años, y que no pueda ser posible porque nosostros mismos vamos dando bandazos cambiando el pensamiento en función de cómo sopla el viento, con todo el respeto del mundo, es algo que nos debemos hacer mirar.