La obligación en el Valencia de no cambiarlo siempre todo
No podemos empezar cada año de cero, o casi, porque al final nos vamos a terminar pegando un tiro en el pie, y no habrá remedio

Que el Valencia empiece cada año casi de cero es algo absurdo, que no tiene sentido, y que si no se corrige, nos acabarán mandando al pozo de Segunda División porque es imposible que siempre salga bien con una política constante de mínimos.
Siempre con el máximo de cedidos, siempre tirando de chavales de la cantera, siempre firmando jugadores apenas sin coste… el Valencia que estamos viendo estos años, nada nuevo, pero que cada verano empieza otra vez porque muchos se van, otros son vendidos, los hay que directamente no valían… y toca cambiar a 8 ó 10 jugadores, con lo que eso conlleva, y que tampoco, al menos hasta la fecha, son tipos que te garanticen ese salto de calidad que tanto necesitamos.
Y sí, se hacen cosas bien, por supuesto, que el pasado verano llegaron Enzo o Rioja, por ejemplo, y en enero Sadiq, pero dos de ellos son cedidos, y no sabemos si el curso que viene estarán otra vez aquí. Empezar cada año cual Ave Fénix es muy poético, no cabe duda, pero también muy temerario, porque vas siempre al límite, sobre el alambre, rezando para no fallar en nada, para que todo salga bien, y eso casi imposible, porque hasta los mejores tienen errores gastando mucho dinero.
Tenemos que romper con eso, como sea, de la forma que sea, y los Lim lo tienen que entender, porque no hay otro camino ni otra salida. Por no hablar del agotamiento que tenemos todos con esto, que parece que estemos en bucle desde hace más de un lustro.