El Valencia tiene que acabar con el miedo al año que viene que tenemos todos

Hay miedo en el entorno por el Valencia que viene. Podemos edulcorar la sensación lo que queramos, que es algo muy libre, pero lo cierto es que es el verano con más pánico en mucho tiempo, porque venimos de verle las orejas al lobo a un dedo de distancia, y eso es algo que indica el declive sin frenos a nivel deportivo que comenzó en 2020.

Después de aquel verano de la vergüenza ha pasado de todo, y casi todo malo, y eso que en este tiempo hemos estado a un penalti de ser campeones de Copa, lo que no hace sino poner de manifiesto la grandeza de este club. Desde ese momento, han pasado varios entrenadores, supongo que demasiados, y la clasificación, salvo honrosas excepciones que luego no han sido puestos en valor, ha sido siempre mala. Y eso que este año todo podía haber sido mucho peor, o eso es lo que apuntaba al curso allá por el mes de diciembre. 

El Valencia que viene es una completa incógnita para todos, porque unos, los de fuera, creemos que puede ser incluso peor que hasta ahora. Y otros, los de dentro que van a seguir, están totalmente convencidos que vamos a ser mejores y más competimos que estás últimas campañas. Por el club de mi vida, y por los grandes amigos que tengo dentro, ojalá y ellos sean los que tengan razón, porque nos va el futuro en ello.