La confianza en el Valencia que viene
No nos faltan ganas para hacerlo, y con poco que nos den aplaudimos, pero es que no llegamos ni a unos mínimos

¿Podemos confiar en el Valencia que viene? Aunque la primera pregunta que habría que hacerse es cómo va a ser el Valencia que viene, y ahí es donde nos entran a todos los sudores fríos.
Son muchos rumores los que se empiezan a cernir sobre el club, sobre la plantilla, sobre varios jugadores… y el club, que tampoco puede entrar en eso porque sería como cazar moscas a cañonazos, no lo zanja tomando soluciones, algo que tampoco puede ser en el corto plazo, porque aunque aquí puedan tener clara la hoja de ruta, sin en Singapur no dan el OK a nada, los malditos OK de toda la vida, seguiremos donde estamos.
Y claro, en medio de esa absoluta incerteza, la campaña de abonos, la presentación de las nuevas camisetas, la ilusión que se debe renovar… y todo el ruido que se va a generar estas semanas, porque a río revuelto, ganancia de pescadores, y somos demasiado débiles para poder contestar con la fuerza que hace falta.
Por defecto, por valencianismo, y casi por inercia, confiaré en el Valencia que tengamos, porque sea el que sea es el nuestro, pero funcionar así cuesta, cada año un poco más, y es algo que los más pequeños no nos pueden detectar, porque entonces irán a lo fácil, al binomio, a los dos con los que nos abrasan en los medios cada maldito día.
Yo quiero confiar, todos queremos confiar, pero necesitamos que la propiedad nos dé unos argumentos, aunque sean mínimos, para poder hacerlo. Y ya sabemos con poco nos confiaremos, pero hace falta ese poco.