El desprecio injusto a todos los que trabajan en el Valencia

En el entorno del Valencia no existe el más mínimo respeto a los trabajadores del club. Eso es algo que he dicho muchas veces, que veo que no cambia, y no sólo eso, sino que percibo que va en aumento.

Y ya no entro solo en que insultar de forma salvaje a Javier Solís o Miguel Ángel Corona se haya convertido en algo habitual, que la crítica es una cosa y esto, otra, sino que el simple hecho de trabajar en el Valencia, de llenar la nevera de tu familia estando en el club, y eso sin hacerse rico con la nómina, se convierta en poco menos que un pecado capital.

En la entidad hay mucha gente muy válida, que trabaja mucho y bien, y que ha mantenido al club en pie aunque haya quien les niegue el pan y la sal de forma sistemática. En todas las áreas, que el club es muy grande, pero mucho, y todos tienen una labor importante que ejercer.

Pero aquí todo se reduce a “si tuvieran dignidad, se irían”, cuando la verdad es que si el Valencia llamara a cualquiera de los que llenan su boca con estas palabras, saldrían corriendo como si no hubiera un mañana. Sí, seguro que hay excepciones, eso no lo pongo en duda, lo mismo que tampoco cuestiono que sería la inmensa mayoría la que acudiría a la llamada, y empezando por mí, que lo he dicho siempre y lo repito ahora, y las veces que sean necesarias.

Hemos perdido el norte en muchas cosas, en demasiadas, y el respeto es algo de lo que hablan los mayores pero que se ha olvidado como concepto, creo que para vergüenza de todos. A los que cada mañana siguen trabajando por mi club, desde dentro, y siguen haciendo un gran trabajo, mucha fuerza.