Carlos Corberán, un entrenador para el Valencia
El cambio que le ha dado al equipo ha sido brutal, en todos los sentidos, con más mimbres, y con ideas claras

Y Carlos Corberán se ganó el corazón del valencianismo. Se ha hablado mucho que le falta cariño, que se la aplaude poco, que al Pipo se le agradecía todo más, y dentro de ese debate que tampoco tenía mucho recorrido, es posible que la victoria en Madrid, por la forma, por el fondo y por el momento, haya supuesto un punto de inflexión con respecto a eso. Y como es el entrenador de mi equipo, no puedo más alegrarme.
Sus números no es que sean incuestionables, es que sin brutales, con todas las letras, y la segunda vuelta que está haciendo el equipo, que hasta por fin ganó lejos de Mestalla después de casi un año, habla por sí sola. Es cierto que los partidos contra el Barcelona le dejaron tocado a ciertos niveles, aunque sus prioridades salieron todas bien, y que el día del Atlético nos quedamos con esa misma sensación.
Pero después de estar varios partido lejos de casa estando muy cerca de ganar, y de merecerlo, en el día más complicado, contra el rival menos esperado, y de una forma maravillosa, Corberán y su Valencia, el nuestro, lo hicieron. No sé qué pasará en verano, de hecho ahora mismo no quiero pensar en ello, pero ojalá y de una vez por todas pongamos pie en tierra y cambiemos el rumbo de las cosas.