Mientras Peter Lim no venda, el objetivo del Valencia no cambiará

“Es descorazonador para el Valencia que todo lo que podamos esperar sea esto hasta que no se vaya Lim”. La frase es de mi querido amigo Ramón Albors, valencianista de pro, amante del fútbol a la contra y que se desespera como pocos porque “pelean pero no tienen nada de fútbol”, refiriéndose a los actuales jugadores del equipo.

Pero esa es nuestra realidad y nuestro horizonte, al menos en el corto plazo, o en el plazo que haya hasta que Peter Lim venda sus acciones. Y es muy posible, que ojalá no, que el año que viene a estas alturas andemos con el mismo discurso que ahora, y si es así tendremos que apretar los dientes con toda la fuerza que tengamos, porque habrá en juego lo mismo que ahora: el futuro del Valencia.

A mi querido Ramón, en un grupo de WhatsApp que si hiciéramos público el contenido nos metían a todos en la cárcel, le contestaba que “de todos es sabido que los equipos que luchan por no bajar son la naranja mecánica”, para intentar suavizar el hecho de que cada partido sea como dar a la luz, porque los hombres no tenemos ni idea, pero si el sufrimiento es mayor, las mujeres son de otra galaxia.

Hacerse a la idea no es que te gusta o conformarte, es prepararte para lo que tiene que venir y poder afrontarlo mejor, porque al final, de eso se trata. Y si en junio Lim decida cambiar la tónica e invertir y que todo sea distinto, el primero que se va a alegrar de ello voy a ser yo. Al mismo tiempo que mi querido don Ramón Albors, por supuesto.